Días de sombrillas y paraguas
La jornada de ayer en la costa, sobre todo en el tramo alicantino, fue un fiel exponente del extremista momento meteorológico: Una límpida y cálida mañana se mudó, casi por encantamiento, en una plomiza y, en ocasiones, tormentosa tarde. Los turistas que copan los municipios del litoral no desaprovecharon la benigna primera fase y se lanzaron en masa a las playas. La arena de El Postiguet, en Alicante, se pobló de decenas de bañistas, como se aprecia en la imagen. Vencido el ecuador de la jornada, el cielo se encapotó, el viento arreció e, incluso, llovió. Los bañistas plegaron las sombrillas ...
La jornada de ayer en la costa, sobre todo en el tramo alicantino, fue un fiel exponente del extremista momento meteorológico: Una límpida y cálida mañana se mudó, casi por encantamiento, en una plomiza y, en ocasiones, tormentosa tarde. Los turistas que copan los municipios del litoral no desaprovecharon la benigna primera fase y se lanzaron en masa a las playas. La arena de El Postiguet, en Alicante, se pobló de decenas de bañistas, como se aprecia en la imagen. Vencido el ecuador de la jornada, el cielo se encapotó, el viento arreció e, incluso, llovió. Los bañistas plegaron las sombrillas y se encaminaron a los entramados urbanos para pasar las últimas horas de la día. Tan caprichosa estampa meteorológica, de acuerdo a las previsiones, se repetirá en la recta final de la Semana Santa.