Rabat advierte contra el riesgo de nuevos atentados

Un edicto de extremistas autorizó a financiar el 11-M con el narcotráfico

Un informe conjunto de la Dirección de Supervisión del Territorio de la Policía Judicial marroquí, presentado en la cumbre antiterrorista de Riad (Arabia Saudí), advierte de que los terroristas marroquíes mantienen "estrechas relaciones con movimientos islamistas, consiguen infiltrarse fácilmente en cualquier lugar y pueden golpear en cualquier momento". Las dos grandes corrientes, los salafistas y el Grupo Islamista Combatiente Marroquí, reciben sus instrucciones desde fuera del país y sus jefes se mueven con libertad en Europa.

Los servicios marroquíes apuntan también un dato desconoc...

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Un informe conjunto de la Dirección de Supervisión del Territorio de la Policía Judicial marroquí, presentado en la cumbre antiterrorista de Riad (Arabia Saudí), advierte de que los terroristas marroquíes mantienen "estrechas relaciones con movimientos islamistas, consiguen infiltrarse fácilmente en cualquier lugar y pueden golpear en cualquier momento". Las dos grandes corrientes, los salafistas y el Grupo Islamista Combatiente Marroquí, reciben sus instrucciones desde fuera del país y sus jefes se mueven con libertad en Europa.

Los servicios marroquíes apuntan también un dato desconocido en relación con el 11-M. Una fetua (edicto religioso) extremista autorizó que los atentados de Madrid, que causaron 191 muertos y más de 1.500 heridos, fueran costeados mediante el narcotráfico. "Los actos salvajes y sanguinarios [del 11-M] fueron financiados mediante el tráfico de droga, avalado por una fetua surgida en el seno del grupo terrorista responsable de ese atentado", señala el informe, que no precisa quién promulgó el edicto.

"La fetua", prosiguen los servicios secretos, "otorgó una legalidad religiosa a la utilización de medios criminales, como el tráfico de droga, para financiar la puesta en práctica de cualquier acción cuyo objetivo sea derrotar al enemigo infiel".

El informe advierte sobre la virulencia y los métodos de financiación de los islamistas radicales en Marruecos, cuyo mayor golpe fueron los atentados de Casablanca, en mayo de 2003, en los que murieron 45 personas. En los tres últimos años, cinco funcionarios y varios ciudadanos, entre ellos cinco judíos y dos turistas, han sido asesinados por extremistas, a los que se les imputan más de 300 robos y atracos. "La capacidad de autofinanciación de estos grupos se explica por la multiplicidad de sus crímenes (robos, asaltos, tráficos y estafas), a los que se añaden fondos proporcionados por sus bienhechores".

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