Vuelve un 'peso pesado' socialista

En política, Narcís Serra, economista de profesión y pianista de vocación, lo ha sido casi todo: vicepresidente del Gobierno, alcalde de la ciudad de Barcelona (para la que soñó unos Juegos Olímpicos), titular de un ministerio (el de Defensa, que reestructuró y modernizó, y sin haber pasado por el servicio militar), consejero de una comunidad autónoma (bajo la Generalitat de Josep Tarradellas) o primer secretario de un partido político (el Partit dels Socialistes de Catalunya, PSC).

Dicen los politólo-gos que Narcís Serra, al que se considera uno de los impulsores de la renovación que e...

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En política, Narcís Serra, economista de profesión y pianista de vocación, lo ha sido casi todo: vicepresidente del Gobierno, alcalde de la ciudad de Barcelona (para la que soñó unos Juegos Olímpicos), titular de un ministerio (el de Defensa, que reestructuró y modernizó, y sin haber pasado por el servicio militar), consejero de una comunidad autónoma (bajo la Generalitat de Josep Tarradellas) o primer secretario de un partido político (el Partit dels Socialistes de Catalunya, PSC).

Dicen los politólo-gos que Narcís Serra, al que se considera uno de los impulsores de la renovación que en el PSOE apartó a Alfonso Guerra, se ha fogueado con todo este bagaje gracias a su profundo pragmatismo y también a su talante discreto y reservado cara a la galería.

Serra ha debido igualmente afrontar la amargura de las caídas, sobre todo cuando tuvo que dimitir como vicepresidente del Gobierno por el escándalo de las escuchas telefónicas del Cesid.

Ahora, Serra no ejerce en la primera línea de la política. Pero su ascendente sobre su partido está ahí. Dicho ascendente y su amistad con Pasqual Maragall, explican que ambos continúen despachando de vez en cuando.

Narcís Serra, que según fuentes gubernamentales había aspirado a pilotar algún gigante empresarial como Endesa o Telefónica, nunca había desaparecido del paisaje catalán.

Desde marzo del año pasado, el Gobierno de la Generalitat le designó como presidente del patronato del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), y como tal asumió la finalización de las obras del primer museo catalán.

También es presidente del Centro Internacional de Documentación de Barcelona (Cidob), un think tank de las relaciones internacionales.

Una vez que el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero accedió al poder, Serra se incorporó a la órbita del primer grupo de telecomunicaciones español. Es vicepresidente de la filial chilena de Telefónica y consejero de su filial brasileña, además de ser vicepresidente del Consejo de Telefónica en Cataluña, presidido por Isidre Fainé, director general de La Caixa.

Caixa Catalunya supone su incursión en el sector financiero, de la mano de una entidad de fundación pública. Los amigos personales de Narcís Serra dicen que "dentro del mundo de los políticos, su perfil de gestor es el que más se ajusta a la tarea que deberá desempeñar".

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