Reportaje:

El rey del mármol

Tino Stone Group exporta piedras por todo el mundo

A sus centros de producción actuales en Soria y Macael (Almería), Tino Stone Group unirá próximamente otras dos plantas en China e India que se completarán con los centros logísticos de Loja (Granada), Atlanta (Georgia, EE UU) y China.

Antonio Valdés Cosentino tiene 44 años y, como muchos andaluces de su edad, se incorporó al mercado laboral como camarero en la costa. En su caso en Marbella, donde desde el otro lado de la barra oía hablar a arquitectos y decoradores de las necesidades de mármoles y piedras que en aquellos momentos se planteaban en la Costa del Sol. Simplemente "estaba e...

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A sus centros de producción actuales en Soria y Macael (Almería), Tino Stone Group unirá próximamente otras dos plantas en China e India que se completarán con los centros logísticos de Loja (Granada), Atlanta (Georgia, EE UU) y China.

"En los noventa vendía mano de obra en China, hoy les compro materia prima y les vendo tecnología", afirma Valdés

Antonio Valdés Cosentino tiene 44 años y, como muchos andaluces de su edad, se incorporó al mercado laboral como camarero en la costa. En su caso en Marbella, donde desde el otro lado de la barra oía hablar a arquitectos y decoradores de las necesidades de mármoles y piedras que en aquellos momentos se planteaban en la Costa del Sol. Simplemente "estaba en el lugar adecuado en el momento oportuno", señala, lo que le permitió regresar a su pueblo, Macael, en Almería, para comprar el mármol de sus canteras y venderlo a sus antiguos clientes como proveedor. A los 21 años era empresario y ganaba en un día 70.000 pesetas, lo mismo que en un mes en el bar.

Reconoce que le gusta andar siempre por el filo de la navaja, lo que le ha llevado a arruinarse en varias ocasiones. Ha trabajado con Jesús Gil, al que vendía en algunos momentos más del 80% de su producción, y un empresario de Arabia Saudí le dejó colgado con 11.000 metros cuadrados de mármol. La Torre de Triana de la Expo de Sevilla en 1992 ha sido una de sus mejores banderas. En Kuwait realizó un importante proyecto del que salió airoso a pesar de pillarle la Guerra del Golfo. En aquellos años vendía sus productos tres veces más caros que hoy, señala. Cuando acabó la Expo empezó la crisis en España y no dudó en salir al extranjero. Primero a Japón y en 1990 a China. "En aquellos tiempos les vendía mano de obra; hoy, les compro materia prima y les vendo tecnología".

En la década de los noventa compró canteras en Almería, Soria, Granada... "Era el rey del mármol." Con el cambio de siglo se planteó una nueva etapa. Fichó a un diseñador de Verona y apostó de lleno por el interiorismo. En 2002 se gastó 20 millones de pesetas en la elaboración de un catálogo. Tras tomar conciencia de que "los márgenes están en la distribución más que en la producción", y tras una experiencia frustrada con Porcelanosa, se planteó un gran proyecto de franquicias.

Tino Stone Group tiene hoy 445 empleados, tres fábricas y seis tiendas que se ampliarán a 50 dentro de cuatro años, en los que espera alcanzar una plantilla de más de 2.300 personas. Para respaldar este desarrollo ha incorporado a su accionariado a Caja Mar con el 25% y la constructora Ploder con un 5%.

Antonio Valdés Cosentino, en su tienda del barrio de Salamanca de Madrid.RICARDO GUTIÉRREZ

La biblioteca de la piedra

"Ser líder supone que no puedes copiar de nadie", señala Antonio Valdés, y eso le obliga a innovar y desarrollar proyectos propios continuamente. El más importante en estos momentos es el centro que está desarrollando en Loja (Granada) con un presupuesto de 30 millones de euros. Casi 500.000 metros cuadrados, de los que se construirán 270.000. Tino ocupará 150.000, en los que ya ha empezado a construir una Biblioteca de la Piedra en la que colaborarán universidades tanto españolas como extranjeras. En el recinto se está levantando ya el edificio principal de oficinas y una tienda piloto. Además de una planta de tratamiento de la piedra y una plataforma logística en la que se instalarán 40 pequeñas empresas de 5 a 20 empleados a las que transferirá sus procesos y se convertirán en sus proveedores. Algo semejante a las 35 empresas que trabajan actualmente en Macael. No descarta tampoco la instalación de otras actividades con las que podrían completarse el espacio de los contenedores que no ocupa la piedra, como tejidos o prendas de vestir.

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