Entrevista:JAN GAJECKI | Músico de la Sinfónica de Bilbao | REFERÉNDUM EUROPEO | La opinión de los ciudadanos. La campaña

"La unidad europea es inevitable, va a salir por sí misma"

Jan Gajecki nació en 1946 en Pajeczno, una pequeña localidad del centro de Polonia a unos 30 kilómetros del templo de la virgen negra de Czestochowa. Su carrera de contrabajista le ha llevado a vivir en Venezuela, Estados Unidos y España. Desde hace 22 años reside en Bilbao y forma parte de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS). Casado con una compañera de la BOS, de nacionalidad británica, es padre de dos hijos que han nacido en el País Vasco. Ahora se siente "simplemente un europeo", aunque en la solapa de su chaqueta sigue llevando una pequeña bandera polaca.

Pregunta.
¿Votará...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Jan Gajecki nació en 1946 en Pajeczno, una pequeña localidad del centro de Polonia a unos 30 kilómetros del templo de la virgen negra de Czestochowa. Su carrera de contrabajista le ha llevado a vivir en Venezuela, Estados Unidos y España. Desde hace 22 años reside en Bilbao y forma parte de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS). Casado con una compañera de la BOS, de nacionalidad británica, es padre de dos hijos que han nacido en el País Vasco. Ahora se siente "simplemente un europeo", aunque en la solapa de su chaqueta sigue llevando una pequeña bandera polaca.

Pregunta. ¿Votará en el referéndum del próximo domingo?

Respuesta. Sí, por supuesto. Votaré sí. Tengo nacionalidad española desde hace años. Yo, simplemente, me siento un ciudadano de Europa. No sé si puedo definirme como español, vasco, polaco, francés. Soy un individuo que quiere vivir en Europa, y ya está.

"La integración es muy buena; cada país puede aportar algo a la Unión Europea"

P. Polonia acaba de entrar en la Unión Europea y en pocos meses se somete a aprobación el Tratado. ¿Sentirán vértigo los polacos al vivir un proceso tan acelerado?

R. Yo pienso que es demasiado rápido para ellos. Después del comunismo, se encontraron con cosas que antes no existían, por ejemplo el paro, pero, por otro lado, se respira otro aire. Es otro mundo. Los polacos siempre fueron europeístas; ahora hay gente a favor y en contra, claro, pero es necesario un tiempo para asimilar poco a poco la adaptación de la industria, la agricultura, las infraestructuras. Los cambios han sido espectaculares en Polonia, lo veo muy positivo. Con la Unión Europea empieza la verdadera modernización.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

P. ¿Siente que Polonia está ahora más cerca de España?

R. Sí, simplemente porque es más fácil el contacto y más fácil viajar de un país a otro. Pienso que la relación puede ser como con Alemania o Francia. La integración es muy buena; cada país puede aportar algo a la UE. Los contactos entre Polonia y España son múltiples. Hay una gran emigración, gente que busca trabajo en España porque en Polonia la situación es muy precaria.

P. ¿Qué puede aportar Polonia a la UE?

R. Tiene, sobre todo, gente muy preparada. De los comunistas podemos decir muchas cosas, pero la enseñanza fue de un altísimo nivel.

P. ¿Y España?

R. Lo que a mi me gusta es la manera de enfrentarse a la vida. Los españoles llevan un cierto desorden, como nosotros. Por eso los polacos nos sentimos muy bien en España. Somos muy trabajadores y responsables, pero siempre tenemos cierta rebeldía contra el orden. Al llegar aquí, me encontré que la vida se podía tomar un poco a la ligera. No podría vivir en Alemania, donde hay demasiado orden para mí, ni en Estados Unidos, donde manda el dolar.

P. ¿Es fuerte el europeísmo en Polonia?

R. Creo que sí. Muchos jóvenes vienen aquí en busca de trabajo, a estudiar, a aprender castellano, inclusive a aprender vasco, con esa conciencia europea. Yo pienso que cada uno, cada país, llega a la Unión Europea con lo suyo y con el tiempo aparecen los intercambios, las mezclas, los traslados de la gente. La unidad es inevitable, va a salir por sí misma. ¿Qué ocurrirá? No lo sé, pero lo que ya no se puede es poner fronteras.

P. Los polacos también se han sentido afines a los Estados Unidos.

R. Sí, no sé como explicarlo. Ha sido, sobre todo, por la emigración en el período de entreguerras y por los contactos en la II Guerra Mundial. Y luego los comunistas crearon el enemigo americano y la gente reaccionó pensando lo contrario. Bajo la piel, el sueño americano.

P. ¿Qué papel puede jugar la cultura en el proceso de construcción europea?

R. Se deberían impulsar los intercambio de experiencias entre unos países y otros. Los polacos, por ejemplo, podríamos aportar muchísimo en el campo de la enseñanza musical porque el nivel de los músicos es muy bueno. Fueron formados con un nivel de exigencia y disciplina altísimo. Aunque, claro, las cosas han debido cambiar muchísimo en los 20 años que yo no vivo allí.

Archivado En