La Casa Blanca quiere reanudar el diálogo con Corea del Norte

Los responsables de Exteriores de EE UU y Corea del Sur han acordado "seguir trabajando en el marco de las negociaciones multilaterales destinadas a que Corea del Norte se incorpore al debate para que tenga éxito la desnuclearización de la península", en palabras de Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado, tras el encuentro entre Condoleezza Rice y Ban Ki-Moon. Rice ha hablado además con el ministro chino de Exteriores, Li Zhaoxing, y tiene previsto hacerlo el próximo fin de semana con el japonés. Desde Moscú se ha hecho otro llamamiento para la reanudación de las negociaciones....

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Los responsables de Exteriores de EE UU y Corea del Sur han acordado "seguir trabajando en el marco de las negociaciones multilaterales destinadas a que Corea del Norte se incorpore al debate para que tenga éxito la desnuclearización de la península", en palabras de Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado, tras el encuentro entre Condoleezza Rice y Ban Ki-Moon. Rice ha hablado además con el ministro chino de Exteriores, Li Zhaoxing, y tiene previsto hacerlo el próximo fin de semana con el japonés. Desde Moscú se ha hecho otro llamamiento para la reanudación de las negociaciones.

La Casa Blanca, a través de su portavoz, Scott McClellan, se ha sumado a la presión: "Si Corea del Norte quiere mejorar sus relaciones con la comunidad internacional, debe adoptar la decisión estratégica de desmantelar y eliminar su programa de armas nucleares". La semana pasada, Pyongyang aseguró que tiene armas nucleares.

El ministro de Defensa de Corea del Sur, por su parte, propuso ayer negociaciones militares bilaterales con el norte en caso de que no haya una perspectiva razonable y próxima de reunión a seis (EE UU, Rusia, China, Japón y las dos Coreas). El encuentro bilateral tendría como objetivo evitar situaciones peligrosas: "Aún no nos han respondido, pero confiamos en que lo hagan de manera sincera y positiva", dijo el ministro. El nuevo embajador de Seúl en Washington cree que el anuncio sobre el arsenal tiene como objetivo mejorar la posición negociadora y lograr más ventajas. Según Boucher, eso es algo que no está previsto: "Corea del Norte no debe ser recompensada por poner dificultades en la negociación".

El Departamento de Estado no se pronunció sobre la posibilidad contraria, el endurecimiento de las sanciones y controles.

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