Reportaje:LA CRISIS DEL CARMEL LLEGA AL PARLAMENT

"Lo que queremos son soluciones"

Los vecinos afectados se sienten decepcionados por las explicaciones de Nadal y exigen remedios a su situación

El análisis, con matices, es unánime: "Ya sabíamos que se podía evitar. Lo que queremos son soluciones". Pocos, entre los vecinos afectados por el hundimiento del Carmel, siguieron ayer íntegramente la comparecencia del consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, pero todos estuvieron pendientes de los resúmenes y titulares de los informativos de radio y televisión.

El tono con el que calificaron las explicaciones de Nadal es proporcional a la afectación que el desalojo, o los hundimientos, ha representado en sus vidas. Las palabras de los vecinos del desaparecido...

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El análisis, con matices, es unánime: "Ya sabíamos que se podía evitar. Lo que queremos son soluciones". Pocos, entre los vecinos afectados por el hundimiento del Carmel, siguieron ayer íntegramente la comparecencia del consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, pero todos estuvieron pendientes de los resúmenes y titulares de los informativos de radio y televisión.

El tono con el que calificaron las explicaciones de Nadal es proporcional a la afectación que el desalojo, o los hundimientos, ha representado en sus vidas. Las palabras de los vecinos del desaparecido número 10 del pasaje de Calafell, el edificio contiguo al socavón, fueron durísimas. Algunos, tras mostrarse "indignados", ni siquiera quisieron hablar.

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Sí lo hizo Montse Hernández, que siguió la comparecencia "a ratos". "Es que me puse enferma", dice. Se sintió "decepcionada" y "engañada": "Dicen que se han puesto en nuestra piel, pero llevamos 16 días en un hotel porque nos hemos quedado sin casa. No nos están resolviendo nada. A mí no me sirven las chorradas que dijeron; me da vergüenza que los políticos me representen. Los del Gobierno y todos los demás", subrayó. Sobre la posibilidad de que se produzcan dimisiones, Hernández prosiguió: "Es que esto me da igual; si alguien tiene que saltar, que salte, pero lo primero son las soluciones", insistía con la voz casi rota.

La tensión y el cansancio acumulados tras dos semanas de incertidumbre se reflejan también en la respuesta del presidente de la Asociación de Vecinos del barrio, Fernando González. "Necesito reposo para situarme y analizar las palabras del consejero", aseguraba González, que no puede dar ni dos pasos por el barrio sin que le paren los vecinos afectados y le pregunten sobre el futuro. "Prefiero esperar y leer mañana los periódicos para tener más criterio", añadía fatigado.

Desde un hotel del Putxet, Juan Selfa aseguraba que a los desalojados como él, vecino del número 7 de la calle de Conca de Tremp, le "repanpinfla bastante lo que digan los políticos", y se refería también al desenlace de la crisis que vive el barrio: "Lo que dicen y nada es lo mismo, no han dicho nada nuevo. Siguen sin explicarnos qué ha pasado ahí abajo y siguen sin decirnos cuándo podremos volver a casa". "Al principio nos fiamos y teníamos confianza en ellos, pero cada día que pasa estamos más cansados de esperar y esperar". Respecto a las dimisiones, otra vez la misma respuesta. "Claro que hay responsables, pero a nosotros que dimita este o el otro no nos soluciona la vuelta a casa".

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El presidente de la Asociación de Comerciantes Carmel Centre, Josep Maria Mas, se pasó la mañana en el despacho de su correduría de seguros trabajando, pero con el oído atento a la radio. Conclusión: "Muchos datos, muchas fechas, muchos nombres de empresas y materiales, pero no sacan agua clara. Claro que hubo errores, eso lo sabemos todos y lo padecemos; para esto no hace falta organizar una comparecencia". "Yo lo que quiero son soluciones y para el comercio las soluciones son calers", repetía una y otra vez. Mas sí considera que el consejero Nadal debe asumir la responsabilidad última. "Debe dimitir y asumir también el daño moral", añade.

Con 155 alumnos desplazados de sus aulas habituales, el director del colegio concertado Santa Teresa -uno de cuyos edificios está justo enfrente del socavón-, Reynaldo León, empleó palabras menos agresivas, pero insistió con la misma rotundidad en la necesidad de "encontrar soluciones pronto". "La atención que hemos recibido ha sido buena, y los padres celebran que podamos dar servicio en otros centros, pero hace días que nadie nos dice nada y los profesores comienzan a estar nerviosos porque no sabemos cuándo podremos volver a la escuela y las consecuencias que esto tendrá".

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