Vivienda solicita a Batasuna una reunión para negociar la ley del Suelo

La abstención del grupo de Otegi permitió el paso del proyecto a pleno

El debate sobre la ley de Suelo va a poner al Gobierno en un último aprieto, después de los que ya padeció para pactar el proyecto internamente, y será el de decidir si se pacta o no con Batasuna. El viceconsejero de Vivienda, Javier Dean, se dirigió ayer mismo al portavoz de Sozialista Abertzaleak (SA, el grupo de la ilegalizada Batasuna), Joseba Permach, para solicitarle un encuentro para negociar la ley de Suelo, que superó su penúltimo trámite y quedó lista para su debate en pleno gracias a la abstención de los radicales.

Dean realizó esta gestión en los pasillos del Parlamento, dur...

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El debate sobre la ley de Suelo va a poner al Gobierno en un último aprieto, después de los que ya padeció para pactar el proyecto internamente, y será el de decidir si se pacta o no con Batasuna. El viceconsejero de Vivienda, Javier Dean, se dirigió ayer mismo al portavoz de Sozialista Abertzaleak (SA, el grupo de la ilegalizada Batasuna), Joseba Permach, para solicitarle un encuentro para negociar la ley de Suelo, que superó su penúltimo trámite y quedó lista para su debate en pleno gracias a la abstención de los radicales.

Dean realizó esta gestión en los pasillos del Parlamento, durante un receso de la comisión que dio salida a la ley. En la votación, realizada después de su conversación con Permach, SA facilitó con su abstención la aprobación en comision del proyecto. El encuentro entre Gobierno y SA, según la disponibilidad de fechas facilitada posteriormente al Departamento de Vivienda por la oficina del grupo que lidera Arnaldo Otegi, podría celebrarse mañana, siempre que la negociación le resulte políticamente asumible al Ejecutivo de Ibarretxe.

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En una comparecencia posterior a la comisión, el viceconsejero no dio cuenta de su petición a Batasuna, pero sí dejó caer la disposición del Gobierno a sentarse "con los grupos que han manifestado su disposición a negociar". Sólo lo habían hecho UA (su único voto es insuficiente) y SA.

Sin embargo, la consejera de Cultura y portavoz, Miren Azkarate, rechazó toda negociación con SA. La ley del Menor logró también pasar a pleno, igualmente gracias a ese grupo, y de él depende su aprobación.

Las expectativas sobre los votos con los que el Gobierno esperaba sacar adelante la ley de Suelo cambiaron ayer diametralmente de dirección. Hasta ahora, las esperanzas del consejero Javier Madrazo estaban cifradas en el PSE-EE, el único grupo que no la enmendó a la totalidad y que ha estado dispuesto a pactarla. El Grupo Socialista cambió de actitud esta semana tras levantar aceleradamente el Gobierno la ponencia en la que se discutía, a causa del adelanto electoral.

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Su portavoz, Jesús Loza, volvió a tachar de "atropello y chapuza" tal actuación, advirtió sobre la inseguridad técnico-jurídica que puede surgir por tal prisa en una ley "muy técnica y compleja", y le emplazó a retirarla, bajo el compromiso de que sea la primera en someterse al Parlamento en septiembre esté quien esté en el Gobierno. En otro caso, anunció, el PSE votará "no". El intento de Loza fue vano: el proyecto irá finalmente a pleno gracias a la abstención de Sozialista Abertzaleak, que reaccionó con ese voto, y una oferta de negociación, al abandono del terreno de juego por el Grupo Socialista.

El portavoz de SA, Joseba Permach, anunció que un acuerdo con su grupo exigirá "modificaciones en profundidad" antes del pleno del día 18. Hasta esa misma fecha dijo el portavoz de EB, Oscar Matute, encargado de la defensa del proyecto, que se mantendrá abierta la puerta a la negociación. Matute se felicitó por el resultado, ya que temía una derrota total ayer, lo que habría obligado al Gobierno a llevar el proyecto a pleno como voto particular. Ahora sólo tendrá que hacerlo con 24 artículos rechazados.

También la parlamentaria foralista Enriqueta Benito adoptó una actitud receptiva hacia el proyecto. En caso de que Vivienda no pudiera finalmente alcanzar un acuerdo con Batasuna, su voto colocaría al Gobierno ante el pleno en situación de empate con la oposición, lo que dejaría el resultado al albur de cualquier ausencia o error, y también en riesgo de decaer por esa causa, a la que podría superponerse además la disolución de la Cámara.

El PP mantuvo su oposición y su portavoz, Anton Damborenea, criticó que grupos del Gobierno estén admitiendo, ya antes de su aprobación, como al parecer ha ocurrido en las discusiones de ponencia, que la ley deberá ser reformada en breve.

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