Entrevista:CARLOS PASCUAL | Secretario general de ASTIC | REFERÉNDUM EUROPEO | La Constitución y los ciudadanos

"Se penaliza la carretera en favor del ferrocarril y del barco"

"El texto de la Constitución europea en el sector del transporte queda ampliamente superado por la Política Común de Transporte y, por tanto, en la práctica apenas tienen incidencia como no sea la apuesta por las redes transeuropeas en favor del ferrocarril y el barco y penalizando la carretera". Ésta es la visión de Carlos Pascual, secretario general de la Asociación de Transportistas Internacionales por Carretera (ASTIC), que aglutina a 350 empresas con 20.000 camiones pesados que surcan las carreteras europeas desde un país periférico como España y que tiene en esta característica una de su...

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"El texto de la Constitución europea en el sector del transporte queda ampliamente superado por la Política Común de Transporte y, por tanto, en la práctica apenas tienen incidencia como no sea la apuesta por las redes transeuropeas en favor del ferrocarril y el barco y penalizando la carretera". Ésta es la visión de Carlos Pascual, secretario general de la Asociación de Transportistas Internacionales por Carretera (ASTIC), que aglutina a 350 empresas con 20.000 camiones pesados que surcan las carreteras europeas desde un país periférico como España y que tiene en esta característica una de sus mayores penitencias.

Pascual considera que las directrices de la Constitución europea ya están incorporadas en la vida real y que, al menos, sí hay coincidencia entre el espíritu de la Constitución y la Política Común de Transportes. "Éste es un sector en el que apenas se legisló desde que nació la Comunidad Económica Europea en 1957 [merced al Tratado de Roma] hasta el año 1985, hasta el punto de que Luxemburgo interpuso un recurso de carencia al Tribunal de la Comunidad Europea en el año 1985", dice. A partir de esa fecha se pasó al otro extremo, a juicio de Pascual, con un proceso frenético de regulación. "La avalancha de normas que lo atan y lo están convirtiendo en uno de los sectores más intervenidos. Esto supone un encorsetamiento para el transporte por carretera, que supone más de 90% del tráfico de mercancías en la Unión Europea", resume.

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Para el responsable de ASTIC, es fundamental defender la limitación de velocidad, fijar los descanso de los profesionales del volante y proteger el medio ambiente, elementos centrales de la normativa de la Política Común de Transporte. "No obstante, creemos que con esos argumentos plausibles se está penalizando a un sector de forma excesiva sin que la Constitución abra ninguna vía para mejorarlo".

Para el responsable de la flota española de camiones, la directiva sobre tiempo de trabajo que ya todos los países están transponiendo a sus normativas adolece de falta de flexibilidad para las empresas.

Esta norma establece un tiempo de descanso cada cierto número de horas de conducción que hace que los transportistas españoles, obligados a viajes largos de varios días por estar en la periferia europea, tengan que descansar de forma sistemática fuera de su lugar de origen. "Creemos que la normativa europea se podía adaptar más a la realidad de cada economía sin que por ello haya que descansar menos, hecho que consideramos básico para mejorar la seguridad vial", recalca Pascual.

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Los transportistas españoles, que desde hace años vienen denunciando el acoso y derribo al sector de la carretera por su alto impacto contaminante, ven que la Constitución elude frenar este acoso en favor del ferrocarril y del barco, dos sectores que juntos apenas suponen el 10% del transporte de mercancías europeo y cuya rentabilidad económica la auguran escasa cuando menos a medio plazo.

Más importante que la Constitución es el Libro Blanco del Transporte, aún por desarrollar y cuyas pautas son las redes transeuropeas con inversiones de cerca de 200.000 millones de euros en los próximos 10 años y cuyas líneas maestras han sido marcadas hasta ahora por Francia y Alemania. Estos dos países quieren a toda costa mejorar sus infraestructuras con el pago de tasas que perjudican a los países periféricos que han de pasar obligatoriamente por sus arterias de comunicación. España ya ha planteado quejas por la poca atención que la UE ha prestado al enlace por los Pirineos, con escaso éxito en la Comisión Europea.

Pascual resalta el problema que supone el establecimiento de tasas por la circulación de camiones en países como Alemania, de tránsito ineludible. La batalla sobre la tasa de circulación en suelo alemán se perdió en la Comisión Europea y ahora se ha convertido para Pascual en una losa para la competitividad de los productos españoles.

Los productos españoles que se exportan a la UE son en buena parte agrícolas, lo que supone que tienen menos valor añadido y menor precio que los tecnológicos. Como las tasas son lineales los productos españoles salen más perjudicados a la hora de competir porque no es lo mismo transportar un camión de tomates que uno de ordenadores.

El mercado interior. 'Artículo III-246'

En el contexto de un sistema de mercados abiertos y competitivos, la acción de la UE tendrá por objetivo favorecer la interconexión e interoperabilidad de las redes nacionales; así como el acceso a dichas redes. Tendrá en cuenta la necesidad de interconectar las regiones"

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