Análisis:COYUNTURA INTERNACIONAL

3, 2, 1,... ¿Ya?

El área del euro defraudó las expectativas de crecimiento entre 2001 y 2003, con aumentos del PIB inferiores a los que esperaba el consenso de analistas. Esos mismos analistas se veían sorprendidos en 2002 y 2003 por el crecimiento de Estados Unidos, pero el signo de su error era contrario: los datos superaban las previsiones. En la primera mitad de 2004, el crecimiento europeo recobró dinamismo, sin embargo, desde mediados del año pasado están volviendo las dudas. ¿Está la UEM camino de una nueva decepción en el crecimiento o, por el contrario, dará una sorpresa positiva?

Si bien los p...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El área del euro defraudó las expectativas de crecimiento entre 2001 y 2003, con aumentos del PIB inferiores a los que esperaba el consenso de analistas. Esos mismos analistas se veían sorprendidos en 2002 y 2003 por el crecimiento de Estados Unidos, pero el signo de su error era contrario: los datos superaban las previsiones. En la primera mitad de 2004, el crecimiento europeo recobró dinamismo, sin embargo, desde mediados del año pasado están volviendo las dudas. ¿Está la UEM camino de una nueva decepción en el crecimiento o, por el contrario, dará una sorpresa positiva?

Si bien los problemas de fondo de la economía europea permanecen, existen razones para ser optimista desde una perspectiva cíclica. En 2005 el crecimiento del resto del mundo será menor que en 2004, pero se mantendrá por encima del promedio histórico. Además, las materias primas, y específicamente el petróleo, reducirán sus precios en dólares y, más intensamente, en euros. El tipo de cambio del euro frente al dólar se mantendrá aproximadamente un 30% más apreciado que en 2002, lo que dificultará el aumento de las exportaciones, sin embargo, este efecto precio será compensado por el efecto renta del relativo dinamismo de la demanda exterior.

La economía de la UEM debería beneficiarse en 2005 y 2006 de la recuperación cíclica del consumo y la inversión

El crecimiento en 2005 y 2006 de la UEM no descansará en la contribución exterior, se apoyará en la demanda de empresas y familias, que incrementarán su gasto en consumo e inversión. Las condiciones financieras del área seguirán teniendo un carácter expansivo, con unos tipos de interés que no subirán significativamente hasta 2006. Además, los spreads corporativos y los tipos bancarios son favorables, las condiciones de crédito siguen mejorando y los indicadores de rentabilidad empresarial suben, dada la moderación salarial vigente.

Con todo ello, ahora existe una ventana de oportunidad más amplia para la mejora de la inversión al haber realizado el sector empresarial una significativa reestructuración de su balance. Las empresas han estabilizado el nivel de su deuda, reducido el peso de la de corto plazo y aumentado los recursos propios en su financiación. En síntesis, la UEM está en la línea de salida de una expansión cíclica de la demanda interna. Falta, quizá, el disparo que señale el comienzo de la carrera.

J. Julián Cubero Calvo es economista del Servicio de Estudios Económicos de BBVA.

Archivado En