SOCAVÓN EN EL CARMEL

Ensalada verde y pollo en un hotel de cuatro estrellas

A las 22.00 horas no queda casi nadie en el centro cívico Boca Nord, habilitado para los desalojados. A las 20.00 horas empiezan salir de allí los afectados. Hora y media después apenas quedan los servicios de Sanidad y los del Ayuntamiento. A los afectados los dirigen a unas mesas donde les preguntan si quieren pasar la noche en casa de un familiar o en alguno de los cinco hoteles disponibles (dos de ellos admiten animales de compañía). Los que optan por el hotel son conducidos en vehículos de TMB, de la Cruz Roja o en taxi.

Ariel vive en el número 3 de la calle de la Conca de Tremp. C...

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A las 22.00 horas no queda casi nadie en el centro cívico Boca Nord, habilitado para los desalojados. A las 20.00 horas empiezan salir de allí los afectados. Hora y media después apenas quedan los servicios de Sanidad y los del Ayuntamiento. A los afectados los dirigen a unas mesas donde les preguntan si quieren pasar la noche en casa de un familiar o en alguno de los cinco hoteles disponibles (dos de ellos admiten animales de compañía). Los que optan por el hotel son conducidos en vehículos de TMB, de la Cruz Roja o en taxi.

Ariel vive en el número 3 de la calle de la Conca de Tremp. Como al resto de los vecinos, la policía no le ha permitido recoger nada de su casa. Lamenta que hoy deberá ir a trabajar con la misma ropa. El joven explica que cuando acudió a su casa vió a un vecino que estaba "como loco" porque le impedían entrar en el piso, donde estaban su perro y su gato. Elsa Blasco, concejal del distrito de Horta, dice que hoy se les dirá si pueden entrar a recoger los enseres más básicos. "Pero nadie podrá quedarse a vivir por el momento. Permanecerán en los hoteles hasta el fin de semana". Blasco añade que el perímetro de seguridad actual se irá reduciendo en las próximas horas.

A Luis Martínez le informan pasadas las nueve de que su familia le espera en el hotel Catalonia Park Putxet, de cuatro estrellas. "Espero llegar a tiempo para la cena", dice Luis en el taxi.

En el comedor de la sexta planta cenan unos 40 desalojados. "Les estamos dando ensalada verde y pollo a la plancha. Nos han enviado mucha más gente de lo que anunciaron en un principio y nos hemos quedado sin menús", explica la camarera. El ambiente en el comedor es distendido. La angustia ha quedado atrás y se suceden las bromas. Un hombre exclama: "¡No me han dejado coger ni la peluca!".

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