El derribo de los pisos de Turó de la Peira se aplaza hasta acabar la mudanza

La negativa de un vecino a marcharse complica la situación

Las mudanzas de los 96 pisos del Turó de la Peira de Barcelona van deprisa, pero no tanto. Han sido aplazadas las tareas de derribo previstas para hoy de los edificios que tuvieron que ser desalojados precipitadamente porque un movimiento de tierras amenaza con que se vengan abajo. La negativa de un vecino a abandonar su vivienda contribuye a lentificar la situación. El Ayuntamiento ha puesto el asunto en manos del juez.

De "difícil" califican en el barrio al hombre de unos 35 años que no se quiere marchar. El concejal de Nou Barris, José Cuervo, utilizó ayer esta palabra en la asamble...

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Las mudanzas de los 96 pisos del Turó de la Peira de Barcelona van deprisa, pero no tanto. Han sido aplazadas las tareas de derribo previstas para hoy de los edificios que tuvieron que ser desalojados precipitadamente porque un movimiento de tierras amenaza con que se vengan abajo. La negativa de un vecino a abandonar su vivienda contribuye a lentificar la situación. El Ayuntamiento ha puesto el asunto en manos del juez.

De "difícil" califican en el barrio al hombre de unos 35 años que no se quiere marchar. El concejal de Nou Barris, José Cuervo, utilizó ayer esta palabra en la asamblea vespertina antes de explicar a los vecinos que él personalmente trataría de convencerle. Fue una asamblea más tensa que las de días anteriores, por los nervios que la precipitación en la marcha y la falta de reubicación definitiva provocan entre los afectados.

A última hora de ayer, 50 pisos habían sido vaciados y se trabajaba a toda prisa en los 46 restantes: en algunos casos sólo faltaba cargar las cajas y los muebles en camiones. También los propietarios de negocios vaciaron sus locales, como la propietaria de la peluquería de la calle de Montsant, Remedios Molina. Ante la consigna municipal de actuar primero en el realojo de los habitantes del bloque, Molina explicó que aún no sabe dónde podrá trasladar el negocio. "Me han pedido todos los papeles para buscar una ubicación", explicó.

De las 96 familias afectadas, 40 podrán mudarse a sus nuevas viviendas -fruto del plan de reforma del barrio- en unas semanas. Las restantes se alojarán temporalmente en pisos puente, aunque deberán pasar al menos un mes en hoteles antes de disponer de pisos provisionales.

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, visitó el barrio y saludó a los vecinos afectados y a los empleados que trabajan en las tareas de vaciado de los pisos y mudanzas. Clos se mostró impresionado ante el mal estado de los edificios y el hecho de que en algunos puntos carezcan incluso de alcantarillado.

Por otra parte, el presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández, pidió información al Ayuntamiento sobre el estado del expediente que investiga las circunstancias del escape de aguas y el deslizamiento de tierras que ocasionó la precipitada marcha de los vecinos.

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