Modernizar la ciudad
No quisiera dejar pasar más tiempo sin agradecer al alcalde de Madrid el proceso de modernización al que está sometiendo a esta ciudad. Es encomiable cómo su tenacidad acabará con cualquier vestigio de humanidad que haya en ella, cómo su cosmopolitismo convertirá a esta ciudad en algo irreconocible e inhabitable, cómo su vanguardismo eliminará cualquier vestigio natural transformándolo en artificial y falso. Incluso debería cambiar el nombre de esta bendita ciudad y llamarla Eso. ¿Dónde vas?: a Eso, ¿cuál es la capital de España?: Eso. ¿Para que seguir llamando Madrid a algo que no es ni su so...
No quisiera dejar pasar más tiempo sin agradecer al alcalde de Madrid el proceso de modernización al que está sometiendo a esta ciudad. Es encomiable cómo su tenacidad acabará con cualquier vestigio de humanidad que haya en ella, cómo su cosmopolitismo convertirá a esta ciudad en algo irreconocible e inhabitable, cómo su vanguardismo eliminará cualquier vestigio natural transformándolo en artificial y falso. Incluso debería cambiar el nombre de esta bendita ciudad y llamarla Eso. ¿Dónde vas?: a Eso, ¿cuál es la capital de España?: Eso. ¿Para que seguir llamando Madrid a algo que no es ni su sombra?
Y los vecinos de Eso van a pagar el deterioro de su ciudad como si se la hubieran asfaltado en oro... y no protestan. ¿Alguien creía que el señor Gallardón era el progreso? Parece que sí. Cualquiera que atraviese alguno de los puentes que cruzan la antigua M-30, digo antigua porque ahora va a ser muy moderna, puede observar cómo todos los recodos llenos de vegetación, de árboles adultos y sanos, de arbustos y de flores (las laderas de dicha autovía eran un manto violeta cuando florecían los lirios ), han desaparecido para dar paso a las máquinas excavadoras que van a ampliar el camino a los coches.
No hay obra que justifique la eliminación del arbolado en una ciudad que, como ésta, ostenta uno de los índices más altos de contaminación atmosférica y acústica. Suprimir las zonas de jardines transitables y decorativos sólo indica el grado de desprecio que los gobernantes sienten por sus gobernados, y no impedir que se cometan semejantes actos sólo indica el grado de adocenamiento que los ciudadanos de esta ciudad sufren.