Crítica:ESCAPARATE

Historia para todos los públicos

La peripecia de este libro sobre el siglo XVI refleja a las mil maravillas el aumento de la afición de los españoles por su propia historia e ilustra el camino que ha recorrido el profesor Manuel Fernández Álvarez (Madrid, 1921), que ha pasado de ser un autor conocido sólo en los ámbitos universitarios a convertirse en uno de los escritores más populares del país. Con el título de La sociedad española en el Siglo de Oro, esta obra recibió en 1985 el Premio Nacional de Historia. Pero pasó sin pena ni gloria por las librerías. Ampliado y revisado, el texto regresa ahora a los escaparates ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La peripecia de este libro sobre el siglo XVI refleja a las mil maravillas el aumento de la afición de los españoles por su propia historia e ilustra el camino que ha recorrido el profesor Manuel Fernández Álvarez (Madrid, 1921), que ha pasado de ser un autor conocido sólo en los ámbitos universitarios a convertirse en uno de los escritores más populares del país. Con el título de La sociedad española en el Siglo de Oro, esta obra recibió en 1985 el Premio Nacional de Historia. Pero pasó sin pena ni gloria por las librerías. Ampliado y revisado, el texto regresa ahora a los escaparates con la aureola de un autor que tras la publicación en 1998 de Felipe II y su tiempo logró algo que está al alcance de muy pocos: el reconocimiento del público y de la crítica al mismo tiempo.

SOMBRAS Y LUCES EN LA ESPAÑA IMPERIAL

Manuel Fernández Álvarez

Espasa. Madrid, 2004

416 páginas. 19,90 euros

Aupado a la categoría de auténtico autor de best sellers, el ya octogenario -pero joven de espíritu- profesor emérito de Historia Moderna en Salamanca ha logrado interesar a decenas de miles de españoles en las vicisitudes de su pasado. ¿Cuál ha sido el secreto del éxito de las biografías de Felipe II, Carlos V, Isabel la Católica o Juana la Loca más allá del citado aumento del interés por la historia? Pues la clave apunta a dos factores: el rigor en la investigación y la amenidad en la narración. Fernández Álvarez ha dedicado más de medio siglo a rastrear documentos, cartas y legajos en archivos y bibliotecas con una paciencia sin límites y una tenacidad admirable. Ahora bien, esa pasión intelectual no es condición suficiente para atraer a un espectro muy amplio de potenciales lectores de libros de historia. La razón que explica el salto de los eruditos a las multitudes radica en el modo de narrar la Historia, con mayúsculas, o las historias, con minúsculas. Gran aficionado a la literatura y novelista vocacional, Fernández Álvarez ha conjugado en sus libros los acontecimientos de la alta política con las discusiones en los mercados, las coronaciones de los reyes con la vida en las posadas, las batallas trascendentales de las guerras con las preocupaciones cotidianas de los soldados. De esa magnífica síntesis nace la explosión editorial de un veterano profesor.

Sombras y luces de la España imperial, el título de esta segunda versión ampliada de La sociedad española del Siglo de Oro, sigue las mismas pautas del resto de la obra de Fernández Álvarez. Por sus páginas desfilan las sombras en las personas de los poderosos y en la tiranía de un sistema que oprime al pueblo, en especial desde los abusos en los tributos y desde la represión de aquella policía religiosa que fue la Inquisición. Pero a pesar de estas tinieblas, se abren paso figuras portentosas como la del escritor Garcilaso de la Vega, el filósofo Luis Vives, los poetas místicos, el músico Cabezón o el pintor El Greco.

Salpicado de poesías, de testimonios de nobles y de plebeyos y de estampas de la Corte y de las villas, el lector se sumerge en un libro que representa un friso del siglo XVI. Siempre con un enfoque crítico, que nunca llega a ser dogmático, el autor consigue que su libro respire, que transmita pasiones, intrigas, desvelos y genialidades, que plasme los enormes contrastes sociales. Detrás de esa aparente facilidad para narrar se esconden décadas de magisterio en las aulas y de trabajo en bibliotecas. Pero, no contento con eso, Fernández Álvarez ha visitado, cual si de un periodista del tiempo se tratase, los escenarios que describe. Por eso la Historia aparece viva en sus libros.

Archivado En