Crítica:ESTRENOS | 'Confidencias muy íntimas'

Brillante embalaje

En la preciosa Mumford (Lawrence Kasdan, 1999), un joven con grandes aptitudes para escuchar problemas (y para resolverlos mediante el sentido común) se hacía pasar por psicólogo con gran éxito de público. Algo semejante le ocurre al protagonista de Confidencias muy íntimas, nueva obra del francés Patrice Leconte, que acepta de buen grado el error de una paciente que en su primer día de tratamiento confunde la puerta de la consulta con su asesoría financiera. Al fin y al cabo, los consultores fiscales y los psicólogos se dedican a lo mismo, a controlar qué se declara y qué se esc...

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En la preciosa Mumford (Lawrence Kasdan, 1999), un joven con grandes aptitudes para escuchar problemas (y para resolverlos mediante el sentido común) se hacía pasar por psicólogo con gran éxito de público. Algo semejante le ocurre al protagonista de Confidencias muy íntimas, nueva obra del francés Patrice Leconte, que acepta de buen grado el error de una paciente que en su primer día de tratamiento confunde la puerta de la consulta con su asesoría financiera. Al fin y al cabo, los consultores fiscales y los psicólogos se dedican a lo mismo, a controlar qué se declara y qué se esconde de las interioridades de un ciudadano.

Con este punto de partida, Leconte aprovecha para retratar al cotilla que cada ser humano lleva dentro, y más si se enfrenta a un atractivo interlocutor. En este sentido, Confidencias muy íntimas recuerda en diversos pasajes a Lunas de hiel (Roman Polanski, 1992), aunque con ese tufillo pretendidamente intelectual de cierto cine francés. Como en muchas de sus obras (El marido de la peluquera, La chica del puente, El hombre del tren...), Leconte es capaz de sellar en la retina unas cuantas estampas inolvidables gracias a una imagen muy brillante. Ayudado por la hermosa fotografía de Eduardo Serra, Leconte cautiva en diversos momentos con cadenciosos movimientos de cámara que en las escenas del pasillo parecen inspirarse en In the mood for love (Wong Kar-Wai, 2000). Sin embargo, y también como suele ser habitual en los filmes escritos por él que no adaptan ningún texto, su historia se queda coja, como si a un buen punto de partida no supiera otorgarle los empujones argumentales necesarios para que la película no se estanque. Así, a los diálogos entre el asesor fiscal (que interpreta con cargante cara de pasmo Fabrice Luchini) y la apesadumbrada paciente les falta enjundia y es la magnífica partitura de Pascal Estève la que debe otorgar tensión a secuencias que quedarían en muy poco sin su embalaje formal.

CONFIDENCIAS MUY ÍNTIMAS

Dirección: Patrice Leconte. Intérpretes: Sandrine Bonnaire, Fabrice Luchini, Michel Duchaussoy, Anne Brochet. Género: comedia dramática. Francia, 2004. Duración: 104 minutos.

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