Yúshenko cierra la campaña electoral seguro de su victoria

Decenas de miles de personas se congregaron ayer en la plaza de la Independencia de Kiev en el último mitin de los partidarios del liberal Víktor Yúshenko antes de las presidenciales del domingo, en las que éste se perfila como favorito y al que pronostican una holgada victoria sobre el primer ministro, Víktor Yanukóvich. El líder de la oposición prometió retirar las tropas de Irak, disminuir los impuestos y el servicio militar y luchar contra la corrupción.

Los partidarios del prooccidental Yúshenko llegaron a la Maidán Nezalezhnosti luciendo gorras, bufandas y banderas naranja, el col...

Decenas de miles de personas se congregaron ayer en la plaza de la Independencia de Kiev en el último mitin de los partidarios del liberal Víktor Yúshenko antes de las presidenciales del domingo, en las que éste se perfila como favorito y al que pronostican una holgada victoria sobre el primer ministro, Víktor Yanukóvich. El líder de la oposición prometió retirar las tropas de Irak, disminuir los impuestos y el servicio militar y luchar contra la corrupción.

Los partidarios del prooccidental Yúshenko llegaron a la Maidán Nezalezhnosti luciendo gorras, bufandas y banderas naranja, el color de la revolución pacífica que había comenzado hace un mes, cuando el pueblo tomó las calles para denunciar el fraude electoral con el que el actual régimen quería perpetuarse en la persona del jefe del Gobierno Yanukóvich.

Las tiendas de campaña que la gente levantó en Kreshátik, la Gran Vía de la capital ucrania, no han desaparecido y cubren unos 300 metros de la calle, donde habitan partidarios de la revolución naranja llegados desde las más diversas ciudades del país.

"Juntos somos muchos, juntos no nos vencerán", cantaban los miles de personas reunidas en espera de su líder. "Nos hemos congregado para recordar a los escépticos que es posible una revolución pacífica. Juntos estamos construyendo esta nueva Ucrania, de la que podemos estar orgullosos. Son ustedes, los que resistieron en la calle, los autores de esta revolución, ahora de antología para todo el mundo", arengaba a los naranjas el diputado Nikolái Tomenko, uno de los jefes de la campaña de Yúshenko.

Los manifestantes, reunidos bajo el lema "Sí a unos comicios limpios, no a la falsificación", resistían estoicos al frío de seis grados bajo cero, cuya sensación se veía multiplicada por el viento helado que soplaba en la plaza.

Yúshenko, llevando también una bufanda naranja, apareció en la tribuna junto con su esposa y dos de sus cinco hijos, acompañado también de Vitali y Vladímir Klichkó, campeones del mundo de boxeo, auténticos ídolos en Ucrania. El previsible futuro presidente de Ucrania llevaba su discurso escrito, pero periódicamente lo apartaba para improvisar. El nuevo régimen, que formará un "Gobierno de concordia nacional" con representación de diversas fuerzas políticas, será "honrado, profesional y patriótico", prometió Yúshenko.

Entre las principales medidas que Yúshenko dijo que tomaría cuando sea elegido figura la retirada de las tropas ucranias de Irak. Los socialistas, que apoyan a Yúshenko, pedían el regreso de los 1.500 soldados que Ucrania tiene en ese país. Yúshenko también afirmó que desarrollará "buenas y armónicas relaciones" con su "vecino del norte", es decir, con Rusia.

Pensiones a tiempo

A los jóvenes prometió que reduciría el servicio militar a 12 meses, y a los ancianos, que pagará a tiempo las pensiones. Su Gobierno luchará contra la corrupción y obligará a "los clanes oligárquicos a pagar el precio real por las empresas" que ya han privatizado. Entre los decretos que ya tiene "preparados", según aseguró, también hay uno para disminuir los impuestos.

Yúshenko hizo un llamamiento a sus partidarios para que el domingo acudan a las urnas y voten por una nueva Ucrania, en la que se pondrá fin a los bajos sueldos, la corrupción y las manipulaciones. El líder de la oposición dijo estar convencido de que gracias a las modificaciones de la ley electoral será imposible repetir la falsificación del 21 de noviembre. Pero advirtó que había que estar vigilantes: "La votación no será fácil. Hay quienes preparan brigadas para venir a Kiev".