La Generalitat pretende implicar al Gobierno en la financiación del costoso Palau de les Arts

Uno de los primeros objetivos del nueva Fundació Palau de les Arts es conseguir financiación para el funcionamiento del teatro cuya temporada estable arrancará en otoño de 2006. Entre las medidas que se estudian se contempla implicar en el proyecto al Gobierno, quizá a través del consorcio organizador de la Copa del América en el que participa, según fuentes de la Generalitat. El coste de construcción del Palau, aún en obras, se elevaba a 165 millones de euros a fines de 2003. El presupuesto del Liceo de Barcelona para esta temporada es de 55,7 millones, y el del Teatro Real, de 44.

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Uno de los primeros objetivos del nueva Fundació Palau de les Arts es conseguir financiación para el funcionamiento del teatro cuya temporada estable arrancará en otoño de 2006. Entre las medidas que se estudian se contempla implicar en el proyecto al Gobierno, quizá a través del consorcio organizador de la Copa del América en el que participa, según fuentes de la Generalitat. El coste de construcción del Palau, aún en obras, se elevaba a 165 millones de euros a fines de 2003. El presupuesto del Liceo de Barcelona para esta temporada es de 55,7 millones, y el del Teatro Real, de 44.

Al término del acto de presentación de la fundación el pasado miércoles, este periódico preguntó a un consejero de la Generalitat cómo se iba a pagar una temporada del Palau de les Arts, diseñado por Santiago Calatrava, que pretende entrar en la primera división del circuito operístico mundial, en coherencia con el fuerte esfuerzo inversor destinado por el Consell para su construcción y con la arquitectura emblemática del mismo. El político se encogió de hombros y señaló que no era una cuestión de su competencia, obviando que forma parte de la fundación.

No en vano, la programación y el mantenimiento de un coliseo de esta magnitud, con cuatro salas (dos de 1.800 butacas, para óperas, ballet y conciertos sinfónicos, y dos de 400) y teniendo que crear una orquesta, es un quebradero de cabeza. A ello se suma el elevado coste final de su construcción. El capítulo del coro parece tenerlo resuelto previsiblemente con el prestigioso Cor de la Generalitat.

El Teatro Real de Madrid y el Liceo son los escenarios operísticos más importantes de España, aunque son más pequeños que el Palau. Ambos cuentan con una subvención importante del Ministerio de Cultura, propietario también de los recintos e integrante de los consorcios que los gestionan a través de fundaciones. El Liceo tiene una sala principal para 2.292 espectadores y otra pequeña (La Foyer) para 450. De los 55,7 millones de su presupuesto, en el que ya se incluye la orquesta, el personal se lleva el 36%; el mantenimiento, el 23%; y la programación, el 41%. El 41% de sus ingresos se obtienen por subvenciones, representando la del ministerio un 37,5%. El Real tiene una sala principal (entre 1.750 y 1.850 butacas) y una sala-café de 250. El ministerio aporta el 70% de las ayudas institucionales para cubrir su presupuesto de 44 millones que también contempla el gasto de la orquesta. El resto lo proporcionan el Ayuntamiento y la Comunidad.

El Teatro de la Maestranza de Sevilla, con una población similar a la de Valencia, tiene un presupuesto de 15 millones de euros, nueve para el teatro y seis para la orquesta, aunque funcionan de manera autónoma.

Para empezar a marcar un plan de trabajo, algunos miembros de la Fundació Palau de les Arts se reunieron ayer. De momento, sólo se ha conseguido la participación de las empresas Telefónica e Iberdrola, además de la Generalitat y el Ayuntamiento. Tampoco hay apenas certezas en el capítulo artístico de momento. El presidente Francisco Camps dijo el miércoles que el Palau es un proyecto "también de toda España", además de un hito internacional y que la fundación está abierta a todas las intituciones.