Barcelona estrena un novedoso sistema para compartir coche

Las tarifas del nuevo sistema son más económicas que las del alquiler de automóviles

Si tiene coche propio pero recorre menos de 15.000 kilómetros anuales, paga aparcamiento, además del impuesto de circulación, el seguro y las revisiones y el mantenimiento correspondiente, es un socio potencial del carsharing, un sistema de coche compartido por varios usuarios con unos precios inferiores a los del alquiler clásico. Este sistema favorece el medio ambiente porque reduce el número de coches al ser compartidos, pero también es más económico para quien utiliza el coche de forma esporádica, para salidas en los fines de semana o en vacaciones. Familias que no quieren comprar u...

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Si tiene coche propio pero recorre menos de 15.000 kilómetros anuales, paga aparcamiento, además del impuesto de circulación, el seguro y las revisiones y el mantenimiento correspondiente, es un socio potencial del carsharing, un sistema de coche compartido por varios usuarios con unos precios inferiores a los del alquiler clásico. Este sistema favorece el medio ambiente porque reduce el número de coches al ser compartidos, pero también es más económico para quien utiliza el coche de forma esporádica, para salidas en los fines de semana o en vacaciones. Familias que no quieren comprar un segundo coche, jóvenes y jubilados son algunos de los perfiles de los usuarios de la flota de coches compartidos.

Barcelona estrena el rodaje del carsharing con una flota inicial de 10 vehículos hasta el mes de febrero, cuando se incrementará a 20. De momento, los asociados al sistema son un centenar que han sido seleccionados de una lista de 1.000 personas interesadas. A partir de febrero no habrá límites para asociarse.

El sistema ha sido impulsado conjuntamente por la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Plataforma por el Transporte Público (PTP). El rodaje se hace en Barcelona, pero con el propósito de extender la fórmula al resto de Cataluña. De los 10 vehículos que componen inicialmente la flota, 5 son utilitarios, 4 compactos y uno familiar, que estarán localizados en cinco aparcamientos municipales de diferentes zonas de la ciudad.La vinculación al carsharing se podrá hacer con una solicitud por teléfono o por Internet -www.catalunyacarsharing.com- a la empresa que presta el servicio: Catalunya Car Sharing, SA. Al usuario se le entregará una tarjeta con un chip electrónico de identificación personal. Asociarse tiene una serie de costes fijos: una cuota de acceso de 350 euros que se paga una sola vez, unos gastos de alta de conexión de 60 euros -también un solo pago- y una cuota trimestral de 24 euros. Los asociados podrán designar beneficiarios que pagarán unas cuotas de entrada y fijas sensiblemente menores que las del titular.

Las tarifas horarias de uso del coche compartido son más económicas que las que se encuentran en las empresas de alquiler. Por ejemplo, la tarifa de un día entero de un Opel Corsa con el carsharing es de 20 euros; la de Avis, 80 euros. Esta empresa no cobra kilometraje si no se sobrepasan los 350 kilómetros en un solo día. En cambio, los usuarios del carsharing pagan por ese mismo modelo 0,23 euros por kilómetro. La diferencia de tarifas entre un sistema convencional de alquiler y el del coche compartido se vuelven a repetir si se compara con un modelo familiar: de 27,55 euros al día del carsharing o 120 euros por el mismo modelo en una empresa de alquiler.

En ambos casos, el usuario tiene que hacer un depósito de 500 euros en las empresas de alquiler o de 600 en la de carsharing para afrontar posibles responsabilidades civiles en accidente. También en ambos se puede optar por una tarifa anual de reducción de responsabilidad.

El socio podrá reservar el coche con una llamada telefónica o un correo electrónico y pasarlo a recoger a los 15 minutos en alguno de los cinco aparcamientos dispuestos por ahora en otros tantos puntos de la ciudad: izquierda del Eixample cerca de Sants, Eixample próximo a la Sagrada Familia, Gràcia, Concepción Arenal y Francesc Cambó. Todos son de la red municipal de aparcamientos, aunque responsables de la empresa señalaron que se estaba negociando con la sociedad Saba para tener más plazas disponibles en febrero.

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El asociado abrirá el vehículo con una tarjeta identificativa y en el interior encontrará las llaves. A partir de ese momento, un ordenador instalado en el coche transmitirá todo tipo de datos a una central: kilómetros, la hora de arranque, consumo e identificación del usuario, al que se le enviará la factura mensual a su domicilio. Inicialmente, el sistema está ideado para ser operativo las 24 horas del día y poder disponer del vehículo en un tiempo mínimo.

En la fase de rodaje del sistema se mantendrá un contacto directo y constante con los usuarios, sobre todo para conocer si las reservas, facturación y funcionamiento se ajustan a sus necesidades. A partir de febrero, la red de coche compartido debería funcionar a pleno rendimiento.

La idea de implantar el coche compartido fue lanzada hace unos cuatro años por la Plataforma por el Transporte Público y defendida por el consistorio barcelonés y el Gobierno catalán, pero la complejidad del sistema de control informático de la flota ha retardado su arranque.

El carsharing forma parte de la cultura por una movilidad más sostenible y es una opción que se emplea con éxito en otros países europeos. En principio, se pondrá en marcha en Barcelona, pero con la idea de extenderlo a otras ciudades de Cataluña.

La gestión de la flota de vehículos corre a cargo de profesionales y al socio se le garantiza tener siempre el vehículo a punto. El contrato establece una serie de obligaciones del usuario en caso de producirse accidentes, como la prohibición de reparar el vehículo.

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