El líder del PP afirma que el Gobierno catalán es "colectivista"

La dirección del PP catalán queda formada por Josep Piqué como presidente; Francesc Vendrell, Alberto Fernández Díaz y Dolors Nadal como vicesecretarios; seis secretarios ejecutivos: Xavier García Albiol, secretario de organización; Santiago Rodríguez, de acción territorial; Àngels Esteller, de política social; Josep Maria Fabregat, de política económica; Carina Mejías, de libertades públicas, y Daniel Sirera, de comunicación.

A ellos se añaden 18 secretarios de área: Judit Heras, Juan Carlos del Río, Armand Querol, Ramon Riera, Eva García, Miguel Izaguirre, Gloria Rodés, Rafael López, ...

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La dirección del PP catalán queda formada por Josep Piqué como presidente; Francesc Vendrell, Alberto Fernández Díaz y Dolors Nadal como vicesecretarios; seis secretarios ejecutivos: Xavier García Albiol, secretario de organización; Santiago Rodríguez, de acción territorial; Àngels Esteller, de política social; Josep Maria Fabregat, de política económica; Carina Mejías, de libertades públicas, y Daniel Sirera, de comunicación.

A ellos se añaden 18 secretarios de área: Judit Heras, Juan Carlos del Río, Armand Querol, Ramon Riera, Eva García, Miguel Izaguirre, Gloria Rodés, Rafael López, Pilar Iglesia, Pedro Lecuona, Joan López, Josep Llobet, Antoni Bosch, Daniel Serrano, Gloria Martín, Núria Massana, Antonio Gallego y Dolors López. El tesorero es Javier Baso, Julio Añoveros preside el comité electoral y Fernando Martínez es el responsable de derecho y garantías.

De la comisión ejecutiva forman parte también otros 32 vocales elegidos por el congreso y otros cuatro designados por Piqué. Estos últimos son la ex ministra Julia García-Valdecasas, la ex delegada del Gobierno Susanna Bouis, el ex director general de la Sepi Pedro Farreras y el ex diputado de Unió Democràtica Enric Millo.

Un líder para la derecha

El congreso dedicó un aplauso de recuerdo a los concejales del PP catalán José Luis Ruiz Casado y Francisco Cano, asesinados por ETA. La mayor ovación la arrancó Piqué cuando, en el discurso de clausura, acusó al líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, de agudizar las tensiones territoriales en España, de "buscar la confrontación" con actitudes como la de negar apoyo a Madrid para los Juegos Olímpicos de 2012. Los congresistas se levantaron de su asiento y aplaudieron cuando Piqué proclamó que "el PP de Cataluña apoya esta candidatura".

La última parte de la intervención de Piqué incluyó unos registros inhabituales en él, destinados a acreditarse como un verdadero líder de la derecha. Atribuyó al Gobierno del PSOE tener "posiciones del Che Guevara" en política tributaria; sostuvo que CiU, PSC y ERC "se ocupan más de Fresno y Macao", las dos ciudades relacionadas estos días con el hockey sobre patines catalán, "que del barrio del Raval" de Barcelona, donde se acumulan los problemas sociales y los derivados de la inmigración. Afirmó que tanto el Gobierno de España como el de la Generalitat "no creen en la sociedad civil" y tienen ideologías "colectivistas e intervencionistas", y que persiguen "subordinar la sociedad al poder político".

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Les acusó también de "empachar" a la sociedad con "utopías estériles e irrealizables" y de practicar un "populismo demagógico y visceral". Incluso acusó a la izquierda de que tras la recuperación de la memoria histórica "lo que hay es la pretensión de reabrir heridas históricas ya superadas".

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