Condenados a verse las caras

Un juzgado de Santa Fe (Granada) obliga a una mujer a compartir finca con su marido, condenado por agredir a su hija hace dos años

Tendrán que verse siempre que él quiera. Dos vecinos de La Malaha (Granada), A. O. y M. L. C., cuya separación se dictó el pasado día 6, compartirán la finca donde se encuentran sus respectivas viviendas a pesar de que, hace dos años, él fue condenado por agredir a la hija de ambos, que convive con la madre. Así lo ha establecido la sentencia de separación de un juzgado de Santa Fe (Granada) que prevé, además, un régimen de visitas.

La resolución que condenó al marido por una falta de lesiones a su hija cuando tenía 13 años, considera probado que, el 8 de agosto de 2002, el hombre recri...

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Tendrán que verse siempre que él quiera. Dos vecinos de La Malaha (Granada), A. O. y M. L. C., cuya separación se dictó el pasado día 6, compartirán la finca donde se encuentran sus respectivas viviendas a pesar de que, hace dos años, él fue condenado por agredir a la hija de ambos, que convive con la madre. Así lo ha establecido la sentencia de separación de un juzgado de Santa Fe (Granada) que prevé, además, un régimen de visitas.

La resolución que condenó al marido por una falta de lesiones a su hija cuando tenía 13 años, considera probado que, el 8 de agosto de 2002, el hombre recriminó a la niña "que había llegado más tarde de la hora que él había fijado, al tiempo que le pegaba guantazos con las manos en el cuello, llegando a darle una patada en el muslo, causándole una contusión que precisó para su curación cinco días".

El Gobierno andaluz cree que existen motivos para alejar a ambos cónyuges

Esta circunstancia, según la sentencia de separación, no es constitutiva de maltrato. "El hecho de que exista una sentencia en la que el esposo fue condenado por lesiones en la persona de su hija", dice el documento, "no supone la elevación del padre de forma automática a la categoría de maltratador, encontrándonos, eso sí, en un ejercicio excesivo de la facultad correctora" de los padres. Esa razón y el hecho de que "de la exploración de los menores [de 15 y 10 años]" no se desprendan indicios de "animadversión hacia su padre" sirven a la juez para establecer un régimen de visitas de ocho horas cada domingo.

La resolución adjudica al marido una casa perteneciente a ambos adosada a la vivienda donde la mujer convive con sus dos hijos, con la que además comparte un patio que el hombre tendrá que atravesar. La mujer se opuso expresamente durante el juicio alegando el "carácter agresivo de su marido" que, dice la sentencia, es esquizofrénico.

M.L.C. la ha recurrido reclamando que se revoque esa medida. La fiscalía, que apoya el recurso, estudiará hoy si existe riesgo para adoptar inmediatamente medidas de protección para la mujer. Tanto ella como la hija agredida aseguraron en el Instituto Andaluz de la Mujer tener miedo de lo que pudiera hacerles el marido.

"Seguimos asombrándonos con algunas sentencias", declaró ayer la consejera andaluza de Igualdad, Micaela Navarro, que aseguró que existen "argumentos más que suficientes" para alejar a ambos cónyuges.

M. L. C. muestra el texto de la sentencia en su domicilio de La Malaha (Granada).SOLE MIRANDA

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