Reportaje:

Un sustituto para el gran 'gurú'

El próximo relevo de Alan Greenspan al frente del banco central de EE UU marcará la política económica de la gran potencia

Alan Greenspan está a punto de entrar en el que será su último año de mandato al frente de la Reserva Federal (Fed), el banco central más poderoso del mundo. Pero encontrar el sustituto del gurú no será una tarea fácil, aunque la reelección del presidente George Bush como presidente de EE UU sirve para allanar, en parte, el camino de la sucesión. La cuestión no se mencionó durante la campaña electoral, aun siendo clave porque marcará la política económica futura de la mayor potencia del mundo.

El gurú de la Fed, que tiene 78 años de edad, se jubilará en febrero de 2006, de...

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Alan Greenspan está a punto de entrar en el que será su último año de mandato al frente de la Reserva Federal (Fed), el banco central más poderoso del mundo. Pero encontrar el sustituto del gurú no será una tarea fácil, aunque la reelección del presidente George Bush como presidente de EE UU sirve para allanar, en parte, el camino de la sucesión. La cuestión no se mencionó durante la campaña electoral, aun siendo clave porque marcará la política económica futura de la mayor potencia del mundo.

El gurú de la Fed, que tiene 78 años de edad, se jubilará en febrero de 2006, después 17 años ocupando el puesto. Su relevo no es una cuestión banal y el mero hecho de plantearla hace temblar a los mercados por la incertidumbre y la ansiedad que genera el cambio. De hecho, el primer año del nuevo presidente de la Fed va siempre acompañado de un aumento de la volatilidad, y para ejemplo están los casos de Arthur Burns, Paul Volcker y del propio Alan Greenspan.

El favorito para la sucesión es Martin Feldstein, economista de Harvard
El primer año al frente de la Reserva Federal suele ir acompañado de inestabilidad

Esta vez el nerviosismo puede ser mayor. Greenspan está al frente de la Fed desde 1987 y durante ese tiempo ha tenido que lidiar con dos recesiones (1993 y 2001) y con el mayor boom económico en la historia del país. Entretanto, ha visto pasar a cuatro presidentes, Ronald Reagan -quien le designó-, George Bush padre, Bill Clinton y George Bush hijo. Sus declaraciones públicas son seguidas en todo el mundo y hacen subir o bajar a los mercados con una facilidad pasmosa.

El listón, a la vista de los comentarios, está muy alto para el futuro sucesor. Greenspan es una persona que combina la función de economista, político, empresario, inversor y psiquiatra. "No será fácil dar continuidad a su legado", señalan desde el centro de estudios. "Es todo un mito", afirman desde el Economic Policy Institute. Para el American Enterprise Institute, Alan Greenspan es "el Michael Jordan (estrella de la NBA) de la política monetaria". Aunque tampoco se escapa de las críticas por no haberse anticipado al estallido de la burbuja tecnológica y la crisis posterior.

Los nombres que surgen con fuerza tras la victoria de Bush el pasado 2 de noviembre como posibles sucesores son los de Martin Feldstein, Glenn Hubbard y Ben Bernanke. Feldstein aparece como el favorito. Este reconocido economista por la Universidad de Harvard lideró el comité de asesores del presidente Ronald Reagan entre 1982 y 1984 y ahora preside el National Bureau of Economic Research. Hubbard también formó parte del equipo de asesores económicos de Bush. Mientras que Bernanke es gobernador de la Fed.

"Ninguno parece que vaya a alterar el núcleo de la estrategia de la Fed de mantener bajos los tipos de interés y apoyar un crecimiento sólido", señalan desde el banco de inversiones UBS. En el caso de Feldstein, es muy duro con la inflación y, aunque durante la crisis se mostró a favor del recorte de impuestos para reactivar el crecimiento, considera que la política fiscal y la monetaria "requieren un equilibrio de los riesgos". A Hubbard le preocupa menos el agujero fiscal, aunque no es indiferente al problema.

Junto a ellos se citan a John Taylor (profesor en la Universidad de Stanford y subsecretario del Tesoro), Stephen Friedman (otro asesor de Bush), Robert McTeer (gobernador de la Reserva Federal de Dallas) y Douglas McDonought, un antiguo ejecutivo del banco central de Nueva York. Ninguno se ha declarado públicamente dispuesto a asumir el cargo. Y los siete pueden caer de la mesa en los 15 meses que dan hasta que Greenspan deje su silla, sobre todo si se tiene en cuenta que los republicanos suelen sorprender con sus nombramientos.

Lo que está claro es que los candidatos relacionados con el Partido Demócrata, como Robert Rubin y Lawrence Summers, están descartados de la carrera sucesoria tras la arrolladora victoria de Bush. La patata caliente está ahora en un solo campo y por eso la Casa Blanca quiere mover ficha rápido, para minimizar los daños mientras Wall Street analiza la credibilidad y la preparación técnica de los candidatos. La decisión es calificada por los analistas de "crítica" y señalan que será la más importante que adoptará George Bush en el arranque del nuevo mandato.

La Fed es un útil muy eficiente para dirigir la economía del país. Al margen del debate sobre si la Fed debe fijar un objetivo fijo para la inflación (como tiene el BCE) y sobre la política de transparencia, el principal reto del futuro presidente estará en su actitud respecto al elevado déficit fiscal de EE UU.

El miedo está precisamente en saber el margen de maniobra que tendrá el sucesor de Greenspan para guiar su política monetaria y apoyar el crecimiento económico, mientras el dólar se debilita por el elevado déficit fiscal y exterior. Por no dejar de mencionar el problema que plantea el elevado precio del petróleo y la amenaza terrorista.

¿Y qué pasará con Greenspan después de cinco mandatos consecutivos en la Reserva Federal? Por su edad, experiencia y conocimiento del sistema, lo más probable es que se ponga al frente del grupo de expertos que debatirá sobre el futuro del sistema de asistencia sanitaria para los jubilados (Medicare) y la Seguridad Social en Estados Unidos. Dos temas muy espinosos para la sociedad norteamericana, en los que los políticos no se atreven a entrar directamente.

SCIAMMARELLA

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