El polígono, punto negro

Zona residencial de Puente de la Sierra, apenas a cuatro kilómetros de la capital jiennense. Socorro Abril sale a las 8.35 para llevar al colegio a su hijo pequeño y desde ahí dirigirse a su trabajo, en el céntrico Paseo de la Estación. Media hora antes lo ha hecho, en otro coche, su marido, para llevar a la hija mayor al instituto. Los dos tienen un trayecto similar, que han tenido que variar por unas obras en la carretera de Torrequebradilla. El recorrido es ahora más largo, pero, paradójicamente, más rápido, puesto que aprovecha una vía de servicio que conecta con el hospital Princesa de Es...

Zona residencial de Puente de la Sierra, apenas a cuatro kilómetros de la capital jiennense. Socorro Abril sale a las 8.35 para llevar al colegio a su hijo pequeño y desde ahí dirigirse a su trabajo, en el céntrico Paseo de la Estación. Media hora antes lo ha hecho, en otro coche, su marido, para llevar a la hija mayor al instituto. Los dos tienen un trayecto similar, que han tenido que variar por unas obras en la carretera de Torrequebradilla. El recorrido es ahora más largo, pero, paradójicamente, más rápido, puesto que aprovecha una vía de servicio que conecta con el hospital Princesa de España. A partir de ahí, retenciones en el puente de acceso al polígono industrial y en la rotonda de la discoteca Bariloche, paso obligado antes de encarar el centro. Sin embargo, Socorro llega al colegio de su hijo en apenas 20 minutos, menos tiempo que cuando lo hace por el Polígono del Valle. A partir de ahí, otros 15 minutos para llegar a su trabajo y encontrar aparcamiento. No está mal, para lo que suelen padecer otros conductores que a las ocho acceden en dirección al polígono industrial o a la Universidad.