Los partidos catalanes pactan cómo afrontar sus desacuerdos en el Estatuto

Maragall y Piqué enfatizan que la reforma debe enmarcarse en la Constitución

Tres horas de reunión en un viejo molino a orillas del Ebro bastaron ayer a los líderes de los cinco partidos catalanes y al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, para alcanzar un acuerdo sobre cómo afrontar los desacuerdos que surjan en la elaboración del proyecto de reforma del Estatuto. De la cita salió el compromiso escrito de hacer reuniones de trabajo como la de Miravet para "intentar superar las diferencias". Uno de los aspectos que apunta como más conflictivo es el de la financiación de la Generalitat. El Parlamento catalán tiene previsto aprobar el Estatuto antes...

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Tres horas de reunión en un viejo molino a orillas del Ebro bastaron ayer a los líderes de los cinco partidos catalanes y al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, para alcanzar un acuerdo sobre cómo afrontar los desacuerdos que surjan en la elaboración del proyecto de reforma del Estatuto. De la cita salió el compromiso escrito de hacer reuniones de trabajo como la de Miravet para "intentar superar las diferencias". Uno de los aspectos que apunta como más conflictivo es el de la financiación de la Generalitat. El Parlamento catalán tiene previsto aprobar el Estatuto antes de junio de 2005.

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La previsión de los líderes es celebrar un nuevo encuentro como el de ayer a finales de enero. Ayer no se abordó en profundidad ninguno de los asuntos que han de figurar en la reforma: no se trataba de sustituir los trabajos de la ponencia parlamentaria. Cuando los ponentes se encallan en algún punto, lo aparcan para una segunda lectura. Este método no contiene fórmula alguna para desbloquear los asuntos conflictivos. Para resolver este problema se creó ayer un nuevo marco de negociación: la cumbre de los presidentes de los cinco grupos parlamentarios con el presidente de la Generalitat.

El nuevo marco fue adoptado en una reunión convocada por Maragall a la que asistieron los presidentes de los cinco grupos de la Cámara: Artur Mas, de Convergència i Unió (CiU), Manuela de Madre, del PSC-Ciutadans pel Canvi; Josep Lluís Carod, de Esquerra Republicana (ERC); Josep Piqué, del Partido Popular (PP), y Joan Saura, de Iniciativa Verds-Esquerra Unida (ICV-EUiA).

Tras la reunión, Maragall anunció el acuerdo mediante la lectura de un comunicado conjunto. Leída la declaración, los seis líderes se desplazaron al mirador del castillo desde donde se divisa una espléndida vista de los meandros del Ebro y se hicieron una foto conjunta. Uno de ellos, Joan Saura, valoró después así lo que acababa de suceder: "Los cinco grupos parlamentarios han afirmado que quieren avanzar juntos para el nuevo Estatuto. Esta foto no es posible en otras partes".

Para que fuera posible en Cataluña todos tuvieron que ceder algo. El comunicado incluye, como querían Mas y Piqué, la advertencia de que, a pesar de la voluntad de consenso "la elaboración de un nuevo Estatuto será larga y compleja, porque en las competencias políticas y financieras hay todavía muchos aspectos pendientes de debatir y acordar". Como deseaban Piqué y Maragall, el comunicado precisa también que el nuevo Estatuto "ha de ser aceptado por el Estado como una pieza capital de su propio ordenamiento". Es decir, ha de enmarcarse en la Constitución. Carod y Mas enfatizaron que "el asunto clave" del nuevo Estatuto es la financiación y sin acuerdo sobre ese aspecto el consenso será imposible.

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Las cesiones mutuas permitieron que al final todos salieran satisfechos de la convocatoria. Mas fue el primero en "celebrar" que se hubiera llevado a cabo, en calificarla como "útil" y en dar por sentado que habrá que repetir reuniones con el mismo formato. Carod quiso destacar que, pese a sus divergencias políticas, los cinco partidos habían podido "delimitar el terreno de juego" para elaborar la reforma estatutaria. Satisfecho también por la franqueza, Piqué dejó claro que cuando se habla de un nuevo modelo de financiación "no se habla de un asunto bilateral Estado-Generalitat, sino de algo que tiene que ser llevado al Consejo de Política Fiscal y Financiera". Y que el Estatuto "se elabora en Cataluña, pero después va a las Cortes".

De izquierda a derecha, Joan Saura (ICV), Josep Lluis Carod Rovira (ERC), Artur Mas (CiU), el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall; Manuela de Madre (PSC) y Josep Piqué (PP), en Miravet.JOSEP LLUIS SELLART

El comunicado de Miravet

1. Constatamos la necesidad y la utilidad de la reunión de Miravet y nos comprometemos a mantener estos encuentros siempre que haga falta para la buena marcha de la redacción y aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña (EAC).

2. Invitamos al pueblo de Cataluña a que asuma el nuevo Estatut como el instrumento útil para su progreso en el marco estatal y europeo, adecuando el actual a las necesidades de la sociedad catalana y a sus anhelos y aspiraciones de futuro.

3. El nuevo texto debería ser aprobado por el Parlament a lo largo del próximo periodo de sesiones.

4. El presidente y los grupos parlamentarios nos comprometemos a intentar superar las diferencias que puedan plantearse en el transcurso del debate estatutario, con la máxima voluntad de acuerdo en reuniones de trabajo como la hoy celebrada en Miravet.

5. Pese a esta voluntad no se nos esconde que el proceso de elaboración de un nuevo Estatut será complejo, dado que en las competencias políticas y financieras hay aún muchos aspectos pendientes de debatir y acordar.

6. Deseamos que el Estatut acabe siendo un texto asumido, entendido y defendido por todos los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña y aceptado por el Estado como una pieza primordial de su propio ordenamiento.

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