Marquesinas de 'disekño'

Hace ya unos años un compañero de trabajo y yo asistimos a una reunión con un diseñador. Al entregarnos su tarjeta de visita en vez de diseñador ponía disekñador y al preguntarle por ello nos dijo sonriente: "Es que yo no diseño, disekño". Desde entonces a todos los diseños inútiles y pretenciosos los llamamos disekños. Me acordé de él cuando esperaba ayer el autobús. ¿Por qué? Porque las marquesinas en Madrid son de disekño.

Estaba totalmente colapsada, éramos tres personas que ocupábamos los apenas 2 metros cuadrados en los cuales no te mojabas. El asiento ...

Hace ya unos años un compañero de trabajo y yo asistimos a una reunión con un diseñador. Al entregarnos su tarjeta de visita en vez de diseñador ponía disekñador y al preguntarle por ello nos dijo sonriente: "Es que yo no diseño, disekño". Desde entonces a todos los diseños inútiles y pretenciosos los llamamos disekños. Me acordé de él cuando esperaba ayer el autobús. ¿Por qué? Porque las marquesinas en Madrid son de disekño.

Estaba totalmente colapsada, éramos tres personas que ocupábamos los apenas 2 metros cuadrados en los cuales no te mojabas. El asiento estaba totalmente empapado y los goterones que caían del techo en cuanto te movías un centímetro aquí o allá te resbalaban por el cuello, con el consiguiente escalofrío, que hacía moverse también a mis compañeros de espera y quedarse a merced de los goterones.

Todos pensábamos si era mejor salir fuera que quedarse bajo la markesina y por eso no hacíamos más que asomarnos a ver si por fin llegaba el autobús como agua de mayo.

Por favor, pido a los diseñadores y responsables de elegir el mobiliario urbano que piensen en la gente un poquito nada más, que a todos nos gusta tener una ciudad bien cuidada y arreglada, pero para poder apreciarlo necesitamos un mínimo de comodidades, sobre todo si se refieren al transporte público, cuyo buen funcionamiento es esencial para hacer una ciudad habitable y saludable.