Lagartija Nick presenta su nuevo disco volcado en un rock menos experimental
La sala Azkena de Bilbao acoge esta noche (21.30; 12 euros) la puesta en escena de Lagartija Nick, que presentará en vivo las canciones de Lo imprevisto (Lagartija Records-El Diablo), su octavo disco. El grupo granadino sigue comandado por el cantante, bajista y compositor Antonio Arias, y muestra cierto hartazgo por la experimentación que ha marcado sus tres lustros de carrera. Por ello ha procurado recuperar sus referencias primitivas y su "espíritu más tradicional".
En ese sentido, el nuevo álbum le separa un tanto del rock industrial y de la senda electrónica emprendida en re...
La sala Azkena de Bilbao acoge esta noche (21.30; 12 euros) la puesta en escena de Lagartija Nick, que presentará en vivo las canciones de Lo imprevisto (Lagartija Records-El Diablo), su octavo disco. El grupo granadino sigue comandado por el cantante, bajista y compositor Antonio Arias, y muestra cierto hartazgo por la experimentación que ha marcado sus tres lustros de carrera. Por ello ha procurado recuperar sus referencias primitivas y su "espíritu más tradicional".
En ese sentido, el nuevo álbum le separa un tanto del rock industrial y de la senda electrónica emprendida en recientes entregas, aunque permanecen sonidos sintéticos de programaciones y sintetizadores que sirven de base al derroche de electricidad inherente al rock. Produce Fino Oyonarte, ex Los Enemigos, y J y Floren, guitarristas de Los Planetas, participan en tres temas.
Lagartija Nick siempre ha escapado de los patrones fijos y ha salpicado su trayectoria con discos centrados en el legado del poeta y cineasta Val del Omar, vistazos al poemario de Lorca en compañía del cantaor Enrique Morente y otra serie de experiencias que han procurado a Arias la fama de artista arriesgado. De hecho, sus últimos textos no son nada complacientes y hablan de electrodos de silla eléctrica, Noosfera, cósmica energía, canciones para escuchar tras la muerte y mundos imperfectos y áridos, entre capas de distorsión, huellas de la obra de Shakespeare y Val del Omar, y alusiones al misterioso alquimista Fulcanelli.