LA POLÉMICA DEL VELO EN FRANCIA

En clase, con la cabeza descubierta

El día en que fueron expulsadas Dunia y Julud, la directora del colegio explicó que se les había proporcionado un seguimiento "escolar y pedagógico" durante el tiempo en que permanecieron aisladas de sus compañeros. Aseguró que se había emprendido el diálogo con ellas y con sus padres "para explicarles la necesidad de plegarse a las exigencias de la ley", pero el colegio no aceptó que cambiaran el velo por un bandana (pañuelo pirata) porque esto "no evitaba el signo sobre la cabeza", justo lo que ahora ha quedado prohibido.

La interpretación actual de la laicidad no es la misma q...

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El día en que fueron expulsadas Dunia y Julud, la directora del colegio explicó que se les había proporcionado un seguimiento "escolar y pedagógico" durante el tiempo en que permanecieron aisladas de sus compañeros. Aseguró que se había emprendido el diálogo con ellas y con sus padres "para explicarles la necesidad de plegarse a las exigencias de la ley", pero el colegio no aceptó que cambiaran el velo por un bandana (pañuelo pirata) porque esto "no evitaba el signo sobre la cabeza", justo lo que ahora ha quedado prohibido.

La interpretación actual de la laicidad no es la misma que en 2003. Antes de la actual prohibición de "signos religiosos ostensibles", el goteo de exclusiones de alumnas se justificaba por perturbación del orden público, "proselitismo" o rechazo de ciertas obligaciones escolares, como participar en las clases de deportes o aceptar la explicación del Holocausto. En cambio, las nueve expulsiones de la semana pasada se atienen a una formalidad verificable: la aparición de un signo religioso prohibido.

El Ministerio de Educación llevó con guante blanco las primeras semanas del curso, deseoso de no dar pretextos a los secuestradores de dos periodistas franceses en Irak, cuya primera reivindicación fue la revocación de la norma contra los signos religiosos. Pero "el diálogo no podía prolongarse indefinidamente", según un portavoz del sindicato de directores de centros. Al cabo de casi dos meses de curso, la "fase de diálogo" con las alumnas que mantienen un velo o pañuelo se ha dado por terminada.

La ejecución de las medidas también ha sido sopesada: la primera tanda de exclusiones se ha producido en vísperas de las vacaciones de Todos los Santos. Los centros están cerrados hasta mediados de la semana próxima, en que volverán a iniciarse los consejos de disciplina hasta "resolver" unos sesenta casos pendientes de "violación de la ley".

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