LAS CARTAS ENTRE PRESOS RADICALES ISLAMISTAS | LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO INTERNACIONAL

"Hombres tenemos, armas también"

La investigación policial y judicial que ha permitido desarticular una célula terrorista islamista contó, entre la documentación que llevó hasta los que preparaban un gran atentado en Madrid, con 163 cartas entre presos de origen musulmán. Muchas de esas misivas tenían como autor a Mohamed Achraf, al que la investigación considera como el jefe de la célula desarticulada que estuvo en España al menos hasta julio de este año y que fue detenido hace unos días en Suiza por estancia ilegal.

En una de esas cartas, Achraf, que firma la misiva como "el hermano emir del grupo salafista", se diri...

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La investigación policial y judicial que ha permitido desarticular una célula terrorista islamista contó, entre la documentación que llevó hasta los que preparaban un gran atentado en Madrid, con 163 cartas entre presos de origen musulmán. Muchas de esas misivas tenían como autor a Mohamed Achraf, al que la investigación considera como el jefe de la célula desarticulada que estuvo en España al menos hasta julio de este año y que fue detenido hace unos días en Suiza por estancia ilegal.

En una de esas cartas, Achraf, que firma la misiva como "el hermano emir del grupo salafista", se dirige a un recluso, con el que compartió estancia en uno de los centros penitenciarios donde estuvo, en los siguientes términos:

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"Te doy una buena noticia y es que hemos formado un grupo de buenos hermanos que están dispuestos a morir en cualquier momento por la causa de Dios. Sólo falta que salgan y nosotros también. Hombres tenemos, armas también y tú estarás con nosotros".

Mohamed Achraf, considerado el jefe del grupo terrorista desarticulado, mantuvo relaciones con islamistas en el extranjero y estuvo preso en distintas cárceles españolas entre el 8 de julio de 1999 y el 17 de diciembre de 2002. Nació el 19 de febrero de 1974 y fue detenido en España en 1999 por su pertenencia a una red de delincuentes dedicados a la falsificación de tarjetas de crédito.

Otra de las cartas entre internos que los investigadores interceptaron hacía referencia a la situación de un recluso y señalaba lo siguiente: "Está bien. Está con el deporte y los preparativos para el yihad y la lucha contra los enemigos de Dios. Que le disgusta lo ocurrido con los mujahidines chechenos en el teatro de Rusia".

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Otro recluso, relacionado con la red de terrorismo islamista, escribe: "Los hermanos de las montañas de Afganistán, de Argelia, Indonesia, Cachemira y Palestina lo están pasando muy mal". Y otro añade: "Huelo que la yihad está muy cerca".

Las relaciones entre los presos musulmanes fraguaron fundamentalmente en la cárcel de Topas (Salamanca), en la que Achraf estuvo en dos periodos distintos (del 13 de junio de 2000 al 26 de enero de 2001 y del 17 de abril de 2001 al 4 de junio de 2002).

Aunque la Dirección General de Instituciones Penitenciarias procedió a la dispersión de presos islamistas, éstos mantuvieron el contacto a través de las cartas que ha podido analizar la policía, según la investigación judicial.

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