La Generalitat rechaza el proyecto de convertir una cementera en zona residencial

La Comisión de Urbanismo de la Generalitat de la provincia de Lleida ha rechazado el proyecto de conversión de la antigua cementera de Xerallo (Pallars Jussà) en una zona residencial de lujo en la que se construirían 295 apartamentos, 300 plazas de estacionamiento para vehículos y un hotel rascacielos de tres estrellas con un centenar de habitaciones.

Urbanismo, una vez analizada la documentación presentada por los promotores del proyecto, considera que el expediente no se ajusta a la normativa de Sarroca de Bellera (Pallars Jussà), municipio en el que se halla la cementera abandonada. ...

La Comisión de Urbanismo de la Generalitat de la provincia de Lleida ha rechazado el proyecto de conversión de la antigua cementera de Xerallo (Pallars Jussà) en una zona residencial de lujo en la que se construirían 295 apartamentos, 300 plazas de estacionamiento para vehículos y un hotel rascacielos de tres estrellas con un centenar de habitaciones.

Urbanismo, una vez analizada la documentación presentada por los promotores del proyecto, considera que el expediente no se ajusta a la normativa de Sarroca de Bellera (Pallars Jussà), municipio en el que se halla la cementera abandonada. Joan Llort, director general de Urbanismo, explicó que la Administración ha vetado el proyecto fundamentalmente por tres razones. En primer lugar, porque todavía no se ha empezado a tramitar el plan especial de la futura estación de esquí alpina de Manyanet, al que este núcleo quedaría vinculado y condicionado; en segundo lugar, porque las edificaciones previstas en el proyecto son impropias de la zona, y por último, porque el documento presentado no resuelve el problema de las conexiones con el futuro dominio esquiable. "Una cosa es recuperar las estructuras existentes y otra muy distinta hacer allí una ciudad de características impropias para el lugar, con alturas de 15 plantas", dijo Llort.

El Ayuntamiento de Sarroca de Bellera, según un plan parcial, prevé convertir en zona residencial unos 30.000 metros cuadrados del entorno de la cementera, que se encuentra abandonada desde hace 30 años. Una de las peculiaridades de este plan era la intención de respetar las estructuras industriales y de que los antiguos silos circulares de 60 metros en los que antaño se almacenaba el cemento con el que se construyeron las principales centrales hidroeléctricas del Pirineo de Lleida pasaran a convertirse en apartamentos de lujo.