Reportaje:TENIS | Una decisión polémica: la final de la Copa Davis, en Sevilla

"Yo voté por Valencia"

Ferrero sostiene que jugar al nivel del mar fue una idea de los técnicos respaldada por los jugadores

"El domingo yo voté por Valencia". Lo dijo ayer Juan Carlos Ferrero, el número dos del tenis español y ex número uno mundial, cuando se le preguntó sobre la elección de Sevilla como sede de la final de la Copa Davis, el próximo diciembre. "Es cierto que sabía que era una opción difícil porque acabábamos de jugar en Alicante y porque Sevilla era un proyecto muy potente", agregó. Ferrero indicó además que "nadie se negó a jugar en Madrid" porque ésa no era la cuestión. "La responsabilidad de la decisión de jugar al nivel del mar es de los entrenadores. Pero es evidente que a nosotr...

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"El domingo yo voté por Valencia". Lo dijo ayer Juan Carlos Ferrero, el número dos del tenis español y ex número uno mundial, cuando se le preguntó sobre la elección de Sevilla como sede de la final de la Copa Davis, el próximo diciembre. "Es cierto que sabía que era una opción difícil porque acabábamos de jugar en Alicante y porque Sevilla era un proyecto muy potente", agregó. Ferrero indicó además que "nadie se negó a jugar en Madrid" porque ésa no era la cuestión. "La responsabilidad de la decisión de jugar al nivel del mar es de los entrenadores. Pero es evidente que a nosotros nos parece bien", concluyó el tenista de Ontinyent.

Ferrero, Carlos Moyà, Tommy Robredo, Rafael Nadal y sus técnicos se reunieron el pasado domingo con el G-3 y Agustí Pujol, el presidente de la Federación Española, justo después de lograr el acceso a la final en Alicante para exponer los criterios básicos que debían regir en la elección deportiva de la sede de la final. Aunque la responsabilidad recae en los capitanes, que son los ejecutores, es impensable que no hubiera acuerdo previo con los jugadores para la elección de Sevilla. Así que los criterios debieron ajustarse para lograr la unanimidad proclamada tanto por el G-3 como por el presidente de la federación, que ayer desveló que conocía el proyecto de Sevilla desde el pasado mes de mayo.

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"Sevilla es una buena sede y creo que el público responderá como lo ha hecho siempre", dijo Ferrero. De los cuatro protagonistas de las semifinales, Ferrero es probablemente el que mejor podía adaptarse a la altura de Madrid. En realidad, el valenciano ganó el año pasado el Masters Series de Madrid a pesar de jugarse obviamente en altura, en pista cubierta y en superficie rápida. En cambio, un sacador del calibre de Andy Roddick fue eliminado en los cuartos de final de forma sorprendente por el chileno Nicolás Massú. Por descontado, en caso de que la final se hubiera disputado en Madrid, se habría jugado sobre tierra batida.

En la lista de 15 títulos del circuito que posee Roddick, el número uno de Estados Unidos y el dos del mundo, figuran tres títulos en tierra batida, dos en Houston y otro en Saint Poelten (Austria), disputados en altura. Es evidente que su saque adquiere aún mayor velocidad en altura, pero resulta igual de peligroso al nivel del mar. Sin embargo, para el equipo español es indispensable tomar todas las medidas posibles para no dar ventajas a los estadounidenses porque las estadísticas son elocuentes. Roddick no ha perdido con ninguno de los cuatro españoles: lleva 7-0 con Robredo, 1-0 con Nadal y Ferrero y 3-0 con Moyà. Y Mardy Fish les lleva una ventaja de 4-1: sólo perdió con Moyà. La victoria de Roddick sobre Robredo se produjo en la tierra de Roma. Así que Sevilla puede ralentizar la bola, pero no es garantía de nada.

Juan Carlos Ferrero aplaude al público, en Alicante, tras vencer el pasado sábado al francés Fabrice Santoro.EFE

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