Un nuevo talante
La intervención del señor Zapatero en la Asamblea General de las Naciones Unidas el pasado día 19 ha provocado no pocas críticas interesadas por parte del partido de la oposición, así como por parte de algunos medios, tachando su mensaje de voluntarioso, pero ingenuo y pueril, a la par que se hacen comentarios en tono de burla del nuevo talante del señor presidente.
Por ello, y desde mi condición de ciudadano anónimo y humilde, sin relación alguna ni con el PSOE, ni con el señor José L. Rodríguez Zapatero, y sin más pretensión que expresar mi opinión, quiero manifestar que en estos seis...
La intervención del señor Zapatero en la Asamblea General de las Naciones Unidas el pasado día 19 ha provocado no pocas críticas interesadas por parte del partido de la oposición, así como por parte de algunos medios, tachando su mensaje de voluntarioso, pero ingenuo y pueril, a la par que se hacen comentarios en tono de burla del nuevo talante del señor presidente.
Por ello, y desde mi condición de ciudadano anónimo y humilde, sin relación alguna ni con el PSOE, ni con el señor José L. Rodríguez Zapatero, y sin más pretensión que expresar mi opinión, quiero manifestar que en estos seis meses de Gobierno el presidente ha dado pruebas de la implantación de un nuevo talante: para expresar a la opinión pública aquello en lo que él cree, para ejecutar, a veces de manera fulminante, aquello en lo que también cree.
Para mostrarse así, no sólo se precisa el talante, es necesaria una buena dosis de personalidad y de valentía. Es cierto que en ocasiones el señor Zapatero inspira ingenuidad y hasta candidez, pero no es menos cierto que también destila confianza, franqueza, credibilidad y firmeza. Podrá estar más o menos afortunado en su gestión, pero lo que es indiscutible es que una nueva manera de decir y hacer las cosas, con franqueza, sin dobleces, se ha hecho realidad.
Es una bocanada de aire fresco que se echaba de menos en el ámbito de la política nacional. Gracias, presidente.