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Asignaturas pendientes

En los últimos años, la economía española experimentó una de las fases de mayor crecimiento, reduciendo la diferencia en PIB por habitante con la UE, que ha pasado de representar el 78% de la media de los 15 en 1990, al 87% en 2003.

Durante este periodo, el principal impulsor del crecimiento ha sido el empleo. Sin embargo, el crecimiento a largo plazo no puede sustentarse indefinidamente en estrechamientos de la brecha de desempleo. La reducción de otros importantes gaps, como los existentes en innovación y productividad, constituye una importante asignatura pendiente para el Eje...

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En los últimos años, la economía española experimentó una de las fases de mayor crecimiento, reduciendo la diferencia en PIB por habitante con la UE, que ha pasado de representar el 78% de la media de los 15 en 1990, al 87% en 2003.

Durante este periodo, el principal impulsor del crecimiento ha sido el empleo. Sin embargo, el crecimiento a largo plazo no puede sustentarse indefinidamente en estrechamientos de la brecha de desempleo. La reducción de otros importantes gaps, como los existentes en innovación y productividad, constituye una importante asignatura pendiente para el Ejecutivo, en su función de garantizar el crecimiento sostenido.

La literatura económica destaca la importancia de la innovación en el rendimiento del trabajo -productividad-, y en el crecimiento. Según la OCDE, un aumento del 0,1% en el gasto destinado a innovar se traduce en un incremento del 1,2% en la renta por habitante.

De cara al futuro es crucial que la iniciativa privada impulse instrumentos de financiación alternativos y adecuados para innovar

El aumento del gasto en I+D+i que el Ejecutivo tiene previsto aprobar en los Presupuestos Generales del Estado para 2005, un 25%, es una buena noticia. Sin embargo, la disminución de la brecha innovadora no debería centrarse en exclusiva en un aumento de las subvenciones directas a los agentes. Es básico que el gasto se oriente también al desarrollo de otras iniciativas, como la puesta en marcha de centros de formación de empresarios, que permitan a éstos aprender a evaluar sus proyectos de inversión y a analizar su viabilidad, lo que facilitará su acceso a financiación privada, y en definitiva, su puesta en marcha. Por otra parte, es crucial el impulso por parte de la iniciativa privada de instrumentos de financiación adecuados para innovar.

Entre estos últimos, el desarrollo de la actividad de capital riesgo, y de las sociedades de garantías tienen aún un amplio recorrido como mecanismo de financiación de proyectos innovadores. Su utilización permitirá reducir la dependencia de las empresas de las subvenciones y un despegue de la innovación en nuestro país.

Arturo Rojas y María Jesús Lago son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).

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