Tokio, en alerta por un misil balístico de Corea del Norte
Japón se halla en alerta desde que tiene indicios de los servicios de información propios, estadounidenses y de Corea del Sur, acerca de que Corea del Norte se prepara para un lanzar un misil balístico que podría alcanzar cualquiera de las islas principales del archipiélago nipón.
Tokio sospecha que Pyongyang está por lanzar un misil Rodong de 1.300 a 1.500 kilómetros de alcance, como afirmó el diario japonés Yomiuri Shimbun; o un intercontinental Taepodong de 6.000 kilómetros de máximo.
Ésta es su conclusión en función de los datos arrojados por satélites de reconocimient...
Japón se halla en alerta desde que tiene indicios de los servicios de información propios, estadounidenses y de Corea del Sur, acerca de que Corea del Norte se prepara para un lanzar un misil balístico que podría alcanzar cualquiera de las islas principales del archipiélago nipón.
Tokio sospecha que Pyongyang está por lanzar un misil Rodong de 1.300 a 1.500 kilómetros de alcance, como afirmó el diario japonés Yomiuri Shimbun; o un intercontinental Taepodong de 6.000 kilómetros de máximo.
Ésta es su conclusión en función de los datos arrojados por satélites de reconocimiento y frecuencias de radio, en los que se detectan signos de la llegada de soldados, ingenieros expertos en misiles y vehículos militares en las cercanías de varias bases de lanzamiento de misiles Rodong en el noreste de Corea del Norte.
Esta actividad se intensificó el pasado martes, informó Shigemi Terui, portavoz de la oficina del primer ministro nipón, Junichiro Koizumi. Aunque las autoridades niponas creen que en vísperas de la reunión bilateral de trabajo entre ambos países, el próximo sábado, no sería ventajoso para Pyongyang realizar semejante acto, no lo descartan del todo.
Es por ello que Tokio envió el martes dos buques destructores al mar de Japón / mar de Corea con equipo y armamento Aegis de detección aérea y de gestión operativa de misiles y un avión dotado del sistema EP-3 de vigilancia electrónica a distancia.
El disparo de un misil violaría la Declaración de Pyongyang, firmada por Koizumi y el líder norcoreano, Kim Jong II, en 2002, en la que acordaron que Corea del Norte congelaría el lanzamiento de misiles desde 2003.