Gallardón planea duplicar la tarifa de la grúa, pero congelará los impuestos

El Ayuntamiento de Madrid frenará en 2005 la subida impositiva iniciada el año pasado

El equipo de gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón ya tuvo suficiente con la polémica subida de impuestos anunciada el año pasado para este ejercicio. Ese "cambio radical" en la financiación municipal da paso ahora a unos "Presupuestos tranquilos" para 2005, según dirigentes próximos al alcalde. Las cuentas que está elaborando la Concejalía de Hacienda prevén la "congelación" de los tres impuestos principales -IBI, impuesto sobre vehículos y plusvalía-, que sólo subirán, "salvo matices", el equivalente al IPC (un 2%). Por contra, la multas de tráfico y, sobre todo, la tarifa de la grúa, se dispar...

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El equipo de gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón ya tuvo suficiente con la polémica subida de impuestos anunciada el año pasado para este ejercicio. Ese "cambio radical" en la financiación municipal da paso ahora a unos "Presupuestos tranquilos" para 2005, según dirigentes próximos al alcalde. Las cuentas que está elaborando la Concejalía de Hacienda prevén la "congelación" de los tres impuestos principales -IBI, impuesto sobre vehículos y plusvalía-, que sólo subirán, "salvo matices", el equivalente al IPC (un 2%). Por contra, la multas de tráfico y, sobre todo, la tarifa de la grúa, se dispararán -Hacienda estudia duplicarla-, y también aumentará el precio de los parquímetros. El Ayuntamiento volverá a recurrir a la deuda para financiarse.

El gobierno municipal ha manejado este año un presupuesto de 4.400 millones de euros. Ese presupuesto, el primero de Ruiz-Gallardón en la alcaldía, supuso un incremento del 26% frente a las cuentas de 2003, triplicó el recurso a la deuda y vino acompañado de una subida de impuestos como el IBI -que grava la posesión de un inmueble-, el de vehículos -que se hizo progresivo, en función de la potencia del coche- y el de la plusvalía -que grava la compra-venta de un inmueble-, así como de varias tasas municipales.

Una decisión que levantó una fuerte polémica, porque chocaba con la tesis oficial del PP, que propugnaba la congelación o bajada de impuestos y el déficit cero. Ruiz-Gallardón tuvo incluso que renunciar a una de sus medidas anunciadas -la subida en un 50% del IBI a los dueños de viviendas vacías- tras ser presionado por la dirección de su partido.

Así que, para el año próximo, todo eso se acabó. La Concejalía de Hacienda está elaborando unos presupuestos que, en lugar del 26%, crecerán menos del 8%, y en los que se prevé la congelación de los tres impuestos principales.

La Concejalía de Hacienda ha empezado ya a estudiar las reclamaciones de cada departamento municipal para los presupuestos del año próximo. Las cuentas no se cerrarán hasta dentro de un mes, pero ya están planteadas sus líneas maestras.

- Coches y casas. El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el que grava la posesión de un vehículo y el de la plusvalía en la venta de un inmueble suman casi un tercio de los ingresos municipales -otro tercio viene de la participación en los ingresos estatales, y otro del cobro de tasas por servicios públicos, la venta de suelo o patrimonio y las multas de todo tipo-. Esos tres impuestos no subirán más del IPC (lo que suben los precios cada año, en torno al 2%), aunque dirigentes del gobierno precisan que en determinados casos podría haber subidas de "matiz", que afectarían a menos del 1% de los contribuyentes. En los presupuestos de este año, el IBI subió un 26% -no se elevó el tipo impositivo, pero la eliminación de un descuento de la era Manzano hizo aumentar el recibo-; el impuesto de vehículos, entre un 4% y un 16%, y el de la plusvalía, un 10%.

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- Grúa, multas y aparcamiento. Quienes sí van a notarlo, y mucho, en el bolsillo son los conductores que acostumbren a dejar el coche mal aparcado. La tarifa de la grúa es ahora de 85 euros y, según Hacienda, no cubre ni la mitad del coste real del servicio. Por eso está estudiando duplicarla. Es decir, el Ayuntamiento no financiará ni un céntimo del servicio, gestionado, desde hace un año, por una empresa pública. "El resto de contribuyentes no tienen por qué pagar la falta de civismo de algunos, así que pensamos que la grúa no debe gozar de ninguna subvención: todo lo debe pagar el infractor", afirman estos dirigentes. Eso significa que en lugar de 85 euros habría que pagar cerca de 170 (más las horas que pase el vehículo en el depósito y la multa correspondiente por aparcamiento indebido). La grúa retira cada día en Madrid una media de 300 coches mal estacionados.

Aumentarán, por otra parte, las tarifas del servicio de estacionamiento regulado (SER), los llamados parquímetros, pero Hacienda no sabe aún en qué medida. Y las infracciones de tráfico, en general, también se pagarán más caras. En el presupuesto de este año el gobierno municipal se fijó el objetivo de recaudar 50 millones de euros por multas, y esa cantidad ya se ha superado. Para 2005 la previsión será aún mayor. Y las multas también.

- Deporte y cultura. Una de las subidas de impuestos más criticadas este año fue la de las tasas por servicios municipales como las instalaciones deportivas o las funciones del Teatro Real. Las primeras crecieron más del 9%, y las entradas para el teatro, más del 20%. El Ayuntamiento argumentó entonces que lo que el usuario paga en Madrid por esos servicios es aún muy poco comparado con lo que paga la Administración, y que no es justo que todos los ciudadanos paguen por lo que usan unos pocos. En los presupuestos del año próximo eso también cambiará: la recaudación por tasas subirá "entre un 8% y un 10%", pero, según el gobierno municipal, esa subida responderá más a una "reordenación de las formas de pago" que a un incremento de los precios, que aumentarán aproximadamente lo que el IPC.

- Deuda. A lo que no renuncia Ruiz-Gallardón es a seguir recurriendo a la deuda para financiar las inversiones. En los presupuestos de 2004 la deuda se triplicó frente al año anterior (hasta alcanzar 800 millones de un presupuesto de 4.400 millones), y ahora volverá a subir, aunque no tanto. "Aproximadamente la mitad que entonces", se limitan a decir los dirigentes consultados. Éstos aseguran que la ley aún permite al Ayuntamiento seguir endeudándose: el tope autorizado está en el 110% de los ingresos corrientes, y Madrid está en el 90%.

- Parón a las inversiones. Si el presupuesto se contiene, las inversiones también. Desde el Consistorio admiten que el año que viene el Ayuntamiento sufrirá cierto parón en el gasto.

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