Colapso de tráfico en la capital sevillana

El paro convocado por los taxistas para pedir más medidas de seguridad y protestar por las cinco agresiones y la muerte de un compañero sufridas en el último mes comenzó ayer a las 9.30 en la estación de Santa Justa y colapsó toda la mañana el centro de Sevilla. Cerca de 700 taxistas, la plantilla ronda los 2.300, se reunieron alrededor de la estación para desplazarse hacia el Ayuntamiento donde esperaban poder reunirse con el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín. A las 11.00, los vehículos pasaban alienados de dos en dos por delante de la Universidad de Sevilla. Dentro, los taxistas hacían so...

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El paro convocado por los taxistas para pedir más medidas de seguridad y protestar por las cinco agresiones y la muerte de un compañero sufridas en el último mes comenzó ayer a las 9.30 en la estación de Santa Justa y colapsó toda la mañana el centro de Sevilla. Cerca de 700 taxistas, la plantilla ronda los 2.300, se reunieron alrededor de la estación para desplazarse hacia el Ayuntamiento donde esperaban poder reunirse con el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín. A las 11.00, los vehículos pasaban alienados de dos en dos por delante de la Universidad de Sevilla. Dentro, los taxistas hacían sonar el claxon y gritaban insultos contra el alcalde sevillano. Numerosos agentes de la policía local intentaban organizar el tráfico aunque para los autobuses y los coches particulares era imposible circular. Un cuarto de hora después, los taxistas llegaban delante del Ayuntamiento y aparcaban sus coches en la Plaza Nueva y en la Avenida de la Constitución, impidiendo la entrada de los autobuses y de los coches al centro. Ya con los pies en tierra, se concentraron en las puertas del ayuntamiento, empezaron a increpar al alcalde y a ponerse nerviosos al ver que éste no recibía a los representantes de la Unión Sevillana del Taxi y Solidaridad Hispalense del Taxi, José Padilla y Enrique Filguera.

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Destrozos

El griterío se acentuó y a las 12.15 numerosos taxistas saltaron el cordón policial y comenzaron a lanzar huevos y tomates contra la fachada del ayuntamiento. Rompieron los cristales de una ventana que hirieron a un cámara de televisión. Los incidentes terminaron cuando varios miembros del ayuntamiento salieron del pleno y, tras discutir con los taxistas, decidieron que sus representantes entraran para reunirse con el concejal de gobernación, Francisco Fernández. A las 15.45, Padilla y Filguera salieron sin haber visto al alcalde aunque con una fotocopia del acuerdo aprobado en el pleno en el que se concede 440.000 euros a los taxistas para que coloquen mamparas en sus vehículos. Este dinero, según el edil, va a financiar el 50% del coste de la mampara en cada taxi. "En el 2005 un tercio de la plantilla tendrá la mampara y en el 2007, si quieren, el 100% de los taxis de Sevilla contarán con esta medida de seguridad", explicó Fernández. El concejal tachó de "deplorable" la actitud de los taxistas. "El alcalde no va a recibir a ningún colectivo con medidas antidemocráticas y violentas", añadió.

Por otra parte, la policía detuvo ayer a Manuel C.H, de 25 años, como presunto autor de un robo y agresión a un taxista el 10 de septiembre.

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