Josep Ramoneda anuncia el fin del "consenso urbano" en Barcelona
Barcelona debe perseguir un nuevo pacto ciudadano, aseguró ayer el director del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), Josep Ramoneda, que participó en el diálogo Espacio urbano colectivo. A su juicio, el consenso que la ciudad adquirió en la década de 1970 y que sirvió para cambiar el modelo urbano se ha agotado. "Barcelona pudo llegar muy lejos gracias a las reivindicaciones de las asociaciones de barrios y a un equilibrio relativo de clases. Pero hoy la ciudad ha cambiado y ese modelo ya no sirve", insistió.
En su opinión, han surgido nuevos actores sociales y co...
Barcelona debe perseguir un nuevo pacto ciudadano, aseguró ayer el director del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), Josep Ramoneda, que participó en el diálogo Espacio urbano colectivo. A su juicio, el consenso que la ciudad adquirió en la década de 1970 y que sirvió para cambiar el modelo urbano se ha agotado. "Barcelona pudo llegar muy lejos gracias a las reivindicaciones de las asociaciones de barrios y a un equilibrio relativo de clases. Pero hoy la ciudad ha cambiado y ese modelo ya no sirve", insistió.
En su opinión, han surgido nuevos actores sociales y conflictos ante los que las clases medias han quedado "desconcertadas". Estos nuevos agentes son sobre todo inmigrantes, turistas y jóvenes con una nueva visión de Barcelona. Ramoneda consideró que "los márgenes" entre estos nuevos grupos y "el núcleo central" son cada vez mayores, a la vez que los antiguos protagonistas del consenso ciudadano "parecen un poco autistas". "Algo falla en la ciudad y en la percepción que ésta tiene sobre sí misma", remachó.
Ramoneda coincidió con el arquitecto Oriol Bohigas al señalar que la capital catalana "no tiene resuelta una verdadera articulación política con capacidad real sobre su área metropolitana". Ello no es, a su juicio, una cuestión baladí, y menos teniendo en cuenta que, dijo, la ciudad debe ser el espacio central "de articulación política". "El futuro de Europa", concluyó, "pasa por la articulación de las zonas metropolitanas como nuevas áreas de referencia".
El director del CCCB rechazó el modelo urbano de multiculturalismo. El discurso multiculturalista, razonó, puede conducir a la estigmatización y la fractura de la convivencia entre los ciudadanos. "Es un discurso muy peligroso. La ciudad es el lugar donde todos los proyectos son posibles. Lo principal es la autonomía del individuo", manifestó.