Crítica:BMW SERIE 1 120 D | PRUEBA

Imagen y calidad para disfrutar conduciendo

Todas las virtudes dinámicas, la imagen y la calidad tecnológica de BMW, en un formato más pequeño y algo más asequible. El Serie 1 es un coche compacto con vocación elitista que busca convertirse en la referencia en su tamaño. Y aunque cuesta más caro que sus rivales (desde 23.300 euros), tiene buenos argumentos para lograrlo.

Tras varios intentos con la versión recortada de la Serie 3 (Compact)

saldados con resultados desiguales, BMW ha decidido competir entre los coches compactos con un modelo específico. El Serie 1 llega para luchar con los modelos más exclusivos de su tamaño...

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Todas las virtudes dinámicas, la imagen y la calidad tecnológica de BMW, en un formato más pequeño y algo más asequible. El Serie 1 es un coche compacto con vocación elitista que busca convertirse en la referencia en su tamaño. Y aunque cuesta más caro que sus rivales (desde 23.300 euros), tiene buenos argumentos para lograrlo.

El rival de los Audi A3 y VW Golf

Tras varios intentos con la versión recortada de la Serie 3 (Compact)

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saldados con resultados desiguales, BMW ha decidido competir entre los coches compactos con un modelo específico. El Serie 1 llega para luchar con los modelos más exclusivos de su tamaño (A3, Golf...). Pero la primera entrega (cinco puertas) tiene un planteamiento más familiar y menos sugerente como objeto de deseo que las versiones tres puertas de sus rivales. A cambio aporta una calidad de conjunto y unas soluciones mecánicas (chasis, suspensiones, frenos, dirección...) que ofrecen un comportamiento y un disfrute al volante superiores.

Una imagen diferente

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El nuevo BMW presenta una imagen peculiar que lo distingue. Su configuración mecánica -motor delante en posición longitudinal, propulsión atrás y gran distancia entre ejes- busca la máxima eficacia en la conducción. Pero condiciona la línea y desequilibra las proporciones en un coche tan pequeño (4,22 metros de largo) porque exige un morro más largo de lo habitual y unas puertas más estrechas, sobre todo atrás. Y el resultado no concita la unanimidad: puede gustar mucho o nada.

El frontal mantiene el aire de familia de BMW, con unos faros rasgados y un parachoques muy trabajado. En el lateral destaca la línea descendente de las ventanillas, que estiliza la f

igura. Y la zaga transmite sensación de robustez. Para resaltar la deportividad y el carácter, BMW ha adoptado unas aletas musculosas y sobre todo ha acentuado los nervios de la ca

rrocería, como se aprecia en las puertas. A pesar de que la línea tiene mucha fuerza, no presenta la armonía estética y el poder de seducción de rivales como los Audi A3 y Alfa 147, aunque sí aporta una aerodinámica eficiente (0,29 a 0,31, según versiones).

Plazas traseras justas

La mecánica del Serie 1 limita también la habitabilidad. Las plazas delanteras son cómodas y cuentan con unos asientos envolventes, pero atrás, aunque hay suficiente altura, el espacio para las piernas es justo, y el acceso, incómodo. El maletero no destaca por su capacidad, y la dotación de huecos es escasa: sólo incluye unas buenas bandejas en las cuatro puertas y un cofre a la izquierda del volante.

El diseño interior es moderno y está bien acabado, con buenos plásticos y un aspecto

ordenado.Pero mantiene el estilo frío de BMW, con unos paneles austeros en las puertas y algunos detalles de ajuste pobres (ranuras de la tapa del cenicero...). En cambio, está bien aislado, las suspensiones filtran bien y resulta cómodo y seguro para viajar.

Tres motores

El Serie 1 se vende con cuatro motores, dos de gasolina y dos turbodiésel (ver cuadro). En diciembre llegará el 118i (129 CV), y más adelante, el tres puertas y un cupé (Serie 2). Los precios son altos, aunque todos incluyen de serie seis airbags, ABS, ESP, climatizador, radio-CD, ordenador y soluciones innovadoras como ruedas antipinchazos con control de presión... Pero hay detalles sencillos (apoyabrazos, posavasos...) que se pagan aparte, algo poco justificable en un coche de este precio.

Conclusión

El nuevo BMW ofrece todas las virtudes tecnológicas y dinámicas de la marca y destaca por su calidad mecánica. Tiene una línea con carácter, un interior sólo correcto y unos precios altos. Pero incluye un buen equipo de serie, un turbodiésel impecable y un comportamiento sobresaliente que lo sitúan por delante de sus rivales.

HABITABILIDAD LIMITADA

El salpicadero del Serie 1 tiene un diseño y una calidad de materiales similares a los de los BMW más grandes, con un salpicadero y una instrumentación elegantes y el tacto preciso de los mandos que marca la diferencia. Pero aunque está bien acabado, presenta algunos detalles pobres e impropios de su precio -paneles austeros en el interior de las puertas, una ranura excesiva en la tapa del cenicero, la cinta que sujeta la guantera cuando se abre...- que contrastan con otros más sofisticados, como el botón de arranque y parada, o el mando a distancia sin pilas que hace de llave.

A pesar del planteamiento familiar de las carrocerías cinco puertas, esta primera versión del Serie 1 no destaca por su sentido práctico. Las plazas traseras tienen un espacio demasiado justo para las piernas y resultan incómodas si se mide más de 1,75 metros. Además se va sentado demasiado bajo, lo que, unido a las medidas estrechas de las puertas posteriores, tampoco facilita el acceso.

El maletero es algo más pequeño que el de algunos rivales, a pesar de no llevar rueda de repuesto (incluye neumáticos Bridgestone antipinchazos), pero tiene unas formas muy aprovechables. Y la zaga, con una cintura alta de chapa y poco cristal, recuerda un poco al Golf.

MÁS GRANDE Y MÁS CARO

El 120 d es más caro que sus rivales, pero tiene también unas medidas algo superiores, con la excepción del Audi A3 Sportback. Aporta un comportamiento dinámico superior y el turbodiésel más potente en su cilindrada, lo que le otorga las mejores prestaciones. En cambio, no tiene un atractivo estético tan indiscutible como el 147.

La diferencia de precio es de 2.300 euros respecto al Audi, sube a 4.350 si se compara con el Alfa y llega a 4.700 con el Golf. Y si se compara con un modelo popular como el Seat León, exige un desembolso 6.300 euros superior. Todos corren menos, pero salvo el León, que incluye sólo cuatro airbags y exige pagar aparte el ESP (511 euros), el resto incluye un equipo de serie similar en seguridad: seis airbags, ABS y control de estabilidad. Pero el BMW añade el control de presión de ruedas y los neumáticos antipinchazos, dos extras importantes.

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