Crítica:

Periodismo y paranoia

La presión es cada vez mayor. Es como encontrarse de pronto en el centro de un cubo en el que las paredes se van acercando y el espacio queda reducido hasta sentirse encajonado, atrapado, confundido. Jonás Balmaseda ve que su existencia se va transformando en ese cubo de cristal. Su matrimonio se va al garete; pierde su trabajo como redactor jefe en la revista cultural La Gorgona y queda "degradado" a periodista de sucesos; su nuevo amigo en el gimnasio, de pronto, sabe demasiado; su relación amorosa con la joven arquitecta sufre un golpe definitivo. El caso de un extraño asesinato que ...

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La presión es cada vez mayor. Es como encontrarse de pronto en el centro de un cubo en el que las paredes se van acercando y el espacio queda reducido hasta sentirse encajonado, atrapado, confundido. Jonás Balmaseda ve que su existencia se va transformando en ese cubo de cristal. Su matrimonio se va al garete; pierde su trabajo como redactor jefe en la revista cultural La Gorgona y queda "degradado" a periodista de sucesos; su nuevo amigo en el gimnasio, de pronto, sabe demasiado; su relación amorosa con la joven arquitecta sufre un golpe definitivo. El caso de un extraño asesinato que tiene que cubrir como informador empieza a obsesionarlo. Es fácil que se desencadene la sospecha.

LOS ROEDORES

Bernar Freiría

Meteora. Barcelona, 2004

287 páginas. 16 euros

Bernar Freiría (Verín, Ourense, 1951) conoce bien el ambiente de un periódico y despliega en ésta, su segunda novela, una serie de pormenores que resultan una base muy sólida para el desarrollo del argumento. El relato, que transcurre entre enero de 1989 y enero de 1991, hace atinados saltos en el tiempo para ir desmadejando las situaciones en las que el protagonista se ve enredado. Si bien los diálogos resultan a veces demasiado envarados, sobre todo al principio, la narración fluye sin esfuerzo hasta un desenlace sorprendente y quizá demasiado abrupto. Pero es lo que sucede cuando alguien se ve atacado por sorpresa. Y, sobre todo, cuando el ataque proviene de un enemigo acorralado.

Profesor de filosofía y periodista, Freiría asume la labor literaria como un artesano solitario. Las suyas son novelas para repisa de simpatizantes, no para estanterías de centro comercial. Los roedores es como un souvenir de un extraño viaje de fin de semana.

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