"¿Dónde está nuestra cadena?"

"Nuestra cadena, ¿dónde está nuestra cadena?", preguntan los ciudadanos franceses en el mostrador de información de Valencia en el puerto de Marsella, instalado durante la celebración de las prerregatas del acto I de la Copa Louis Vuitton. Se refieren los curiosos marselleses a la cadena de 226 eslabones que custodiaba la entrada de su puerto, uniendo las torres de San Nicolás y Maubec, y que en 1423 fue robada por los aragoneses y transportada a España. "Está en la catedral de Valencia", responde detrás de la barra Manuela, una trabajadora francesa de la organización de la Copa del América, q...

"Nuestra cadena, ¿dónde está nuestra cadena?", preguntan los ciudadanos franceses en el mostrador de información de Valencia en el puerto de Marsella, instalado durante la celebración de las prerregatas del acto I de la Copa Louis Vuitton. Se refieren los curiosos marselleses a la cadena de 226 eslabones que custodiaba la entrada de su puerto, uniendo las torres de San Nicolás y Maubec, y que en 1423 fue robada por los aragoneses y transportada a España. "Está en la catedral de Valencia", responde detrás de la barra Manuela, una trabajadora francesa de la organización de la Copa del América, que se celebrará en Valencia en 2007. Las preguntas se suceden. ¿Cuántos habitantes tiene Valencia?, ¿dónde está situada?, ¿qué es lo más bonito?... "Marsella no pudo celebrar la Copa del América porque se la otorgaron a Valencia, pero los marselleses no están enfadados por eso, tienen mucho interés en ir a España", cuenta Manuela. "Me preguntan sobre todo dónde está Valencia con respecto a Barcelona, que es la ciudad que más conocen, la que encuentran más divertida", añade. Los usuarios reciben folletos en varios idiomas sobre los lugares más característicos, hoteles y museos, y pueden ver un vídeo sobre la ciudad. Los periodistas reciben además un CD informativo.

Valencia se vende estos días en Marsella. O se intenta vender, vista la ausencia, hasta el momento, de responsables del consorcio valenciano. A la causa no ayudan los responsables políticos, pero sí la afición de los ciudadanos marselleses a todo lo relacionado con la vela. Unos 10.000 acudieron durante las diez primeras horas de su inauguración a la villa del puerto, un gran espacio en el que los aficionados pueden ver de cerca, detrás de las vallas, pequeñas reuniones de los equipos y cómo los barcos son acondicionados y las velas reparadas después de la competición. Muchos -15.000 el primer día- siguen las regatas desde la mañana: algunos en traje de baño en el puerto, otros a la distancia con sus propios barcos o lanchas. Hasta una radio francesa retransmite en directo las series para los aficionados, con la ayuda de un sistema GPS que sigue las regatas mediante satélite e informa de la posición y distancia exacta entre los barcos.

La visibilidad es buena en la bahía de Marsella, 2,8 millas náuticas entre las islas Frioul y la Corniche, en las que el estadounidense Oracle domina la prueba por delante del Alinghi, el vigente campeón. Se trata todavía de los entrenamientos previos, el primero de los 13 actos que se disputarán alrededor del mundo hasta 2007. Ni siquiera se compite todavía con los barcos oficiales. Es tiempo de pruebas, de navegar por aguas del Mediterráneo y de volver a competir bajo el sistema de todos contra todos, además del de match-race (barco contra barco).

Valencia puede tomar nota de la organización. El puerto valenciano acogerá entre los días 5 y 17 los actos II y III de la Copa Louis Vuitton, para los que espera contar con la ayuda de unos 200 voluntarios.

Hoy está prevista la llegada a Marsella de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberà, que será recibida mañana, día en que finaliza la competición, por el alcalde de Marsella, Jean-Claude Gaudin, en el Palace du Pharo. Hasta su llegada, son los ciudadanos franceses los que preguntan por Valencia. Y por su cadena.