Marbella: poca moción, mucha censura
Durante los últimos 13 años los vecinos de Marbella han comprobando que el Ayuntamiento no sólo no acataba la ley sino que descaradamente la vulneraba. Tan consolidada ha sido esta actitud de los responsables políticos, que el tripartito que gobierna pretende vender como un logro de su gestión su acatamiento a la ley.
Sin embargo, lejos de las opulencias de la propaganda que despliega el tripartito en los medios de comunicación municipales y afines, a casi nadie se le escapa que el gobierno de la señora Yagüe es una fotocopia defectuosa de Gil, adornada con sus socios y, a pesar de ello...
Durante los últimos 13 años los vecinos de Marbella han comprobando que el Ayuntamiento no sólo no acataba la ley sino que descaradamente la vulneraba. Tan consolidada ha sido esta actitud de los responsables políticos, que el tripartito que gobierna pretende vender como un logro de su gestión su acatamiento a la ley.
Sin embargo, lejos de las opulencias de la propaganda que despliega el tripartito en los medios de comunicación municipales y afines, a casi nadie se le escapa que el gobierno de la señora Yagüe es una fotocopia defectuosa de Gil, adornada con sus socios y, a pesar de ello, amigos del PSOE y del PA.
La señora Yagüe y Cía presentan como máximo logro la redacción de un nuevo PGOU, pero a ningún vecino de esta ciudad (salvo los desmemoriados voluntarios) se le olvida que desde la presentación del avance de la revisión del PGOU en 1993, la revisión de 1997, el texto de cumplimiento de 2000 y el texto refundido del 2002, en Marbella se han consolidado todos los delitos posibles, gracias a Gil, Román, Julián Muñoz y muchos otras personas, entre ellas, la señora Marisol Yagüe Reyes .
La presentación de estos cuatro documentos y sus correspondientes rechazos por el órgano andaluz competente hizo que caducara el expediente, obligando así al Ayuntamiento a iniciar por ley un nuevo documento.
Además de ello, la aprobación el año 2002 por el Parlamento andaluz de la LOUA, obliga también a todos los ayuntamientos a adaptar sus planeamientos urbanos a la nueva ley, en definitiva a redactar un nuevo PGOU.
A pesar de estar obligados por dos vías, el Ayuntamiento de Marbella riza el rizo, es necesario que el PGOU de la ciudad sea financiado en un 60% por la Junta de Andalucía, dada la violenta gravedad urbanística que sufre la ciudad, gracias a la gestión urbanística que hizo, entre otros, la alcaldesa.
El 14 de agosto de 2004, un año de moción de censura, Marbella sigue sumida en un caos urbanístico; muchos concejales esperan sentencias por firmar obras ilegales. Muchos otros están cuestionados por haber dado apoyo moral a estos. Cada vez son más los vecinos con propiedades cuyas licencias de obras son ilegales o están en trámite de serlo.
Muchos constructores siguen consolidando obras ilegales y el tripartito sigue dando licencias de obras contrarias a planeamiento.
A pesar de que Yagüe y sus socios hablan de democracia, transparencia, diálogo en este año de moción de censura, en Marbella persisten intactas las viejas estructuras de poder y autoritarismo gilista.
Los medios de comunicación municipales siguen atados con mano firme a los interés del tripartito.
Permanecen las opacidades en el acceso a la información, incluso a la oposición.
Se niega legitimidad y derecho a la protesta vecinal, se acata su derecho a protestar pero no se responde a sus demandas y se aprieta el control del movimiento vecinal.
El tripartito sigue ayudando generosamente a todos los promotores, urbanizadores, a consolidar infinidad de actuaciones contrarias a planeamiento, defendiéndolos en los tribunales, invitándoles a participar en el nuevo planeamiento urbanístico y dándoles un reconocimiento que muchos no merecen.- Javier de Luis. Portavoz de Ecologistas en Acción de Marbella (Málaga).