Crítica:CINE

Intriga juvenil

Desde hace unos años, el cine español intenta apoderarse de alguna porción de la tarta del misterio y el terror adolescente, propiedad exclusiva de Hollywood. Sin embargo, los esfuerzos han resultado baldíos desde la tramposa El arte de morir (la más decente) hasta las lamentables Tuno negro, No debes estar aquí o Más de mil cámaras velan por tu seguridad. Cámara oscura, dirigida por Pau Freixas, es la más digna de las intrigas juveniles estrenadas hasta ahora.

Con una excelente producción y un conjuntado reparto en el que tanto el bando de los héroes como el...

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Desde hace unos años, el cine español intenta apoderarse de alguna porción de la tarta del misterio y el terror adolescente, propiedad exclusiva de Hollywood. Sin embargo, los esfuerzos han resultado baldíos desde la tramposa El arte de morir (la más decente) hasta las lamentables Tuno negro, No debes estar aquí o Más de mil cámaras velan por tu seguridad. Cámara oscura, dirigida por Pau Freixas, es la más digna de las intrigas juveniles estrenadas hasta ahora.

Con una excelente producción y un conjuntado reparto en el que tanto el bando de los héroes como el de los villanos funciona bastante bien, la película se adentra en los terrenos del pánico desde la verosimilitud. Sin espectros o increíbles asesinos en serie. Cierto que se puede contar en tres frases, que no inventa nada y que contiene algún error de continuidad fotográfica, pero mantiene el ritmo y Freixas demuestra haber estudiado las claves para que estas historias lleguen a la platea juvenil con cierto decoro.

CÁMARA OSCURA

Dirección: Pau Freixas. Intérpretes: Silke, Unax Ugalde, Adrià Collado, Juan Fernández. Género: intriga juvenil. España, 2004. Duración: 105 minutos.

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