Un equipo sueco gana en Euskal Encounter los 18.000 euros de la final europea del juego 'Counter Strike'
Más de 5.000 personas, 2.560 ordenadores, y 20.000 visitantes participaron la semana pasada en la duodécima edición de la Euskal Encounter (antes, Euskal Party). Sus participantes asistieron por primera vez en España a la final europea del juego de estrategia Counter Strike, una de las novedades más llamativas del encuentro, que ganaron los suecos Patrik Sättermon, Harley Örwall, Henrik Oresten, Johan Prinzell y Jonas Nilsson. Con 18.000 euros en los bolsillos, los cinco pusieron rumbo a Dallas donde participarán en la final de la Ciberathlete Proffesional League (CPL), la primera orga...
Más de 5.000 personas, 2.560 ordenadores, y 20.000 visitantes participaron la semana pasada en la duodécima edición de la Euskal Encounter (antes, Euskal Party). Sus participantes asistieron por primera vez en España a la final europea del juego de estrategia Counter Strike, una de las novedades más llamativas del encuentro, que ganaron los suecos Patrik Sättermon, Harley Örwall, Henrik Oresten, Johan Prinzell y Jonas Nilsson. Con 18.000 euros en los bolsillos, los cinco pusieron rumbo a Dallas donde participarán en la final de la Ciberathlete Proffesional League (CPL), la primera organización mundial que elevó los videojuegos a la categoría de deporte profesional.
Estos suecos y otros 31 quintetos más (el 50% de ellos procedentes de Europa) han sido las estrellas de la reunión. La mayoría rondan los 20 años, cuentan con patrocinio que costea todos sus gastos y tienen hasta manager que les organiza las estrategias necesarias para ganar la partida correspondiente de Counter strike.
El resto de los 5.000 participantes y los 20.000 visitantes registrados se repartía en un espacio común, dividido en zonas dedicadas al hardware, software libre, a la creación gráfica y musical y a los juegos, el sector más popular, como en ediciones anteriores.
Durante estos días también se han descubierto los entresijos de Longhorn, el nuevo sistema operativo de Microsoft, heredero de XP, en un paréntesis de una cita que sobre todo reivindicaba el software libre y el copyleft.
Los nostálgicos podían contemplar la exposición de consolas y antiguos ordenadores, entre los que destacaba un Sinclair de 1981 y varios Amstrad, Commodore y Amiga. Toda una reivindicación de los 8 bits.