Reportaje:

Nueva etapa para Javier Otxoa

Comienza en Valencia el rodaje de una película sobre el drama personal y la historia de superación del ciclista vizcaíno

Fue una fuga gloriosa. El 10 de julio de 2000, el Tour llegaba a los Pirineos con tres puertos exigentes: Marie-Blanque; Aubisque y Hautacam. La hora de Heras, de Jiménez, de Pantani, se decía. Y apareció Javier Otxoa. El ciclista vizcaíno de Berganzo, con el maillot blanquiverde del Kelme, mantuvo su escapada 155 kilómetros, resistió el vértigo y se impuso a la sombra que crecía tras él como un demonio: la de Lance Armstrong, nada más, ni nada menos.

Otxoa ganó una etapa dura sin sospechar que pronto tendría que enfrentar otra mucho más dramática. Siete meses después, un turismo...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Fue una fuga gloriosa. El 10 de julio de 2000, el Tour llegaba a los Pirineos con tres puertos exigentes: Marie-Blanque; Aubisque y Hautacam. La hora de Heras, de Jiménez, de Pantani, se decía. Y apareció Javier Otxoa. El ciclista vizcaíno de Berganzo, con el maillot blanquiverde del Kelme, mantuvo su escapada 155 kilómetros, resistió el vértigo y se impuso a la sombra que crecía tras él como un demonio: la de Lance Armstrong, nada más, ni nada menos.

Otxoa ganó una etapa dura sin sospechar que pronto tendría que enfrentar otra mucho más dramática. Siete meses después, un turismo lo arrolló mientras entrenaba junto a su hermano gemelo, Ricardo, por una carretera de Málaga. A Ricardo le costó la vida, y Javier quedó en coma. El accidente despertó un importante movimiento de solidaridad y la exigencia de que se reforzara legalmente la seguridad de los ciclistas. La película para televisión Sprint especial, que empezó a rodarse ayer en Valencia, recreará estos hechos y también la lucha que llevó a Javier Otxoa a superar las graves lesiones producidas por el atropello y los 65 días de inconsciencia que sufrió, hasta volver a triunfar sobre una bicicleta.

En Huatacam no sospechaba que tendría que afrontar otra etapa mucho más dramática

En noviembre de 2003 regresó con siete medallas del Campeonato Europeo de Ciclismo Multidiscapacidad celebrado en la República Checa. Hace una semana se proclamó campeón de España en la categoría de discapacitados psíquicos. Competidor nato, Otxoa tiene ahora la vista fija en los Juegos Paralímpicos Atenas 2004: "Iré a disputar medallas con mucha ilusión, pero será más difícil que en los europeos, porque ahora me conocen y me tendrán como referencia".

Sprint especial está dirigida por Juan Carlos Claver. Beatriz Carvajal interpreta a la madre de Otxoa y Juli Mira (La isla del holandés) a su padre. Ismael Martínez, que tuvo una breve aparición en Hable con ella, hace de Javier. El director confía en que el propio Otxoa aparezca en la película, que, a pesar de reflejar hechos reales, cambia los nombres e introduce elementos de ficción. El ciclista vasco estuvo a punto de interpretar a Emerson (Lance Armstrong) en la persecución del Hautacam, un intento que quedó frustrado por problemas de fechas.

La película corre a cargo de las productoras valencianas In Vitro y Trivisión, en colaboración con las cadenas de televisión públicas valenciana y catalana. Claver asegura que ETB la comprará y que si no ha estado en el proyecto desde el principio ha sido por la rigidez del presupuesto con el que funciona el ente televisivo vasco .

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tanto Otxoa como su familia han dado pleno apoyo a la obra. Javier Castellar, preparador y representante del ciclista, resume por qué: "Es un ejemplo de superación para cualquiera, pero sobre todo para los que han sufrido un accidente de estas características, que se desmoralizan y se quedan encerrados en su casa. Su caso demuestra que con fuerza y voluntad se sale adelante".

El rodaje durará cuatro semanas, y las secuencias de carretera de los Pirineos franceses, de Málaga y de la Républica Checa se rodarán en las cuestas de la Sierra Calderona, en Valencia. Claver advierte que la realidad se combina con la ficción en dos puntos relacionados. Habrá una intensa trama de amor y Javier tendrá un malvado antagonista: el jefe de su novia en la película intentará conquistarla aprovechando el vacío del coma y la rehabilitación.

La película cubrirá el periodo de su vida que va desde la victoria de etapa en el Tour de Francia hasta su triunfo en los campeonatos europeos para discapacitados y, aunque apuesta por el optimismo, no hay duda de que se trata de un drama. El director asegura que en el ensayo general todos los actores acabaron llorando.

Javier Otxoa sabe que nunca volverá a "estar al 100%". "Se me olvidan cosas, y cuando voy en la bici no puedo mirar bien para atrás, porque pierdo el equilibrio", comenta. Pero es consciente a la vez de su formidable recuperación, sobre todo teniendo en cuenta que los médicos pronosticaron que tendría que quedarse "tumbado en la cama o en una silla de ruedas". Su preparador añade: "Emociona verlo arriba de una bici, porque mantiene la clase y el instinto de un profesional. Y usa la misma jerga. Te dice: '¿Has visto cómo le he dado gas al salir de la curva?'.

Sobre la firma

Archivado En