Una familia saca sin permiso a cinco menores de un centro de la Junta
La Guardia Civil investiga la desaparición desde el pasado miércoles de cinco niños de nacionalidad rumana que fueron retirados del hogar infantil "Sión" de Gibraleón (Huelva) por sus propios familiares durante una visita rutinaria, según informaron ayer fuentes de la Guardia Civil. Los niños estaban ingresados en el centro "por un caso de desamparo personal".
Una mujer de origen rumano -madre de cuatro de los niños internados y abuela del quinto-, el hermano y el cuñado de ésta aprovecharon un descuido del personal del centro para recoger a los menores e irse con ellos en una furgone...
La Guardia Civil investiga la desaparición desde el pasado miércoles de cinco niños de nacionalidad rumana que fueron retirados del hogar infantil "Sión" de Gibraleón (Huelva) por sus propios familiares durante una visita rutinaria, según informaron ayer fuentes de la Guardia Civil. Los niños estaban ingresados en el centro "por un caso de desamparo personal".
Una mujer de origen rumano -madre de cuatro de los niños internados y abuela del quinto-, el hermano y el cuñado de ésta aprovecharon un descuido del personal del centro para recoger a los menores e irse con ellos en una furgoneta. La dirección del centro ha presentado una denuncia por rapto ante la Guardia Civil de Huelva, que investiga los hechos.
Los niños se encontraban acogidos en un centro privado de menores gestionado por la iglesia y concertado por la Junta de Andalucía, a donde habían llegado hace "cinco o seis meses", según dijo ayer el delegado en Huelva para la Igualdad y Bienestar Social, José Martín.
Los menores, de nacionalidad rumana, se encontraban acogidos después de haberle retirado a su madre la patria potestad, aunque su familia tenía permiso para visitarlos "sin ningún impedimento", dijo Martín.
El delegado de Igualdad y Binestar Social explicó que no pueden ser adoptados por ser extranjeros, y se pidió que fuesen repatriados, un trámite que no se llegó a concluir.
La madre de los niños, según José Martín, "aprovechó la buena voluntad de la educadora social para separarla del grupo con una excusa, y los familiares se los llevaron a un vehículo que tenían preparado en la puerta", dijo.