Miguel Bardem desnuda en 'Incautos' un universo de timadores sin escrúpulos
Que las divas se alimentan de flashes era algo fácil de comprobar viendo a Victoria Abril ante los fotógrafos en la presentación de Incautos, la cuarta película de Miguel Bardem (Madrid, 1964), que se estrena hoy en toda España. Abril protagoniza, junto a Federico Luppi y Ernesto Alterio, esta "fábula moderna" sobre timadores, embustes y estafas. Un universo en el cual bastan "una historia creíble, una cara amable y un traje" para embaucar a cualquier hijo de vecino.
"No quería contar una historia desde la picaresca, sino una película seria sobre la vida de estos delincuen...
Que las divas se alimentan de flashes era algo fácil de comprobar viendo a Victoria Abril ante los fotógrafos en la presentación de Incautos, la cuarta película de Miguel Bardem (Madrid, 1964), que se estrena hoy en toda España. Abril protagoniza, junto a Federico Luppi y Ernesto Alterio, esta "fábula moderna" sobre timadores, embustes y estafas. Un universo en el cual bastan "una historia creíble, una cara amable y un traje" para embaucar a cualquier hijo de vecino.
"No quería contar una historia desde la picaresca, sino una película seria sobre la vida de estos delincuentes sin escrúpulos", precisó Bardem, quien, fascinado por la variedad y cantidad de timos que aparecen regularmente en la prensa ("todos podemos ser víctimas de ellos"), comenzó a coleccionar recortes "hasta recopilar una montaña". El proyecto original ("hacer una enciclopedia del timo, en vídeo"), se modificó bastante, contó el director, responsable también del guión junto con Carlos Martín. "Fue engordando", sumó actores lujosos ("no me imaginaba que iba a tener este plantel") y creció "hasta 70 personajes" y "más de 100 localizaciones". El resultado, afirmó Abril, es una "película coral" en la cual "no puedes pestañear porque si no la historia se te escapa viva."
Incautos recorre 25 años, a partir de 1975 y hasta el 2000, y sigue los pasos de Ernesto (Ernesto Alterio), un joven abandonado en un orfanato, que aprende pronto a vivir del engaño, hasta convertirse en timador de alta escuela. Alterio destacó del filme la reflexión sobre los riesgos de la pasión en un oficio de mentiras. "Es uno de los temas que más me gustan de la película. Para ser timador hay que deshumanizarse, hay que desprenderse de los sentimientos, y Ernesto se deja llevar por el dolor de una pérdida". Victoria Abril reivindicó a Pilar, su personaje, en apariencia la mala malísima del filme: "La única que finalmente hace las cosas por amor soy yo, o sea, que lo de arpía ya lo estás quitando", dijo la actriz con humor ante una pregunta. Sobre su reencuentro en la pantalla con Luppi, que encarna a un timador elegante y metódico, afirmó: "Con él nunca hay ningún problema. Es plúmbeo: cuando habla las cosas caen por su propio peso".