La Guardia Civil investiga la supuesta violación de un niño por tres menores
La Guardia Civil investiga la violación sufrida por un niño de cuatro años por parte de otros tres menores de 12 años en un descampado de Villanueva de los Castillejos (Huelva). Soraya Pérez, de 27 años, madre del menor agredido, denunció la violación ante la Guardia Civil cuando sucedieron los hechos, el pasado 24 de junio. El menor tuvo que ser atendido en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva después de que ordenaran su traslado en el centro de salud de la localidad ante las heridas que presentaba. El padre del menor, Sebastián Gómez, de 51años, afirmó ayer que van a dar "todos los pasos...
La Guardia Civil investiga la violación sufrida por un niño de cuatro años por parte de otros tres menores de 12 años en un descampado de Villanueva de los Castillejos (Huelva). Soraya Pérez, de 27 años, madre del menor agredido, denunció la violación ante la Guardia Civil cuando sucedieron los hechos, el pasado 24 de junio. El menor tuvo que ser atendido en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva después de que ordenaran su traslado en el centro de salud de la localidad ante las heridas que presentaba. El padre del menor, Sebastián Gómez, de 51años, afirmó ayer que van a dar "todos los pasos necesarios" para que éste asunto no quede impune.
El matrimonio, que atraviesa una difícil situación económica, ha solicitado un abogado de oficio y un psicólogo para que trate al menor. Sebastián Gómez está parado. La madre se encuentra embarazada de siete meses. La pareja tiene además un hijo de dos años y Soraya otro de nueve de una anterior relación.
Soraya Pérez, con los ojos llenos de lágrimas, reclamó ayer justicia: "Nada más que pido justicia para mi hijo. Estamos pasando unos días muy difíciles. Lo único que espero es que el niño pueda sobreponerse a esto, que lo olvide cuanto antes. Sólo tiene cuatro años". Pero ella no puede superar la impresión ante la imagen de su hijo tras la agresión: "Lo busqué desesperadamente por el pueblo. Y lo encontré solito sentado en los escalones de la guardería con la mirada perdida y el cara sucia. Le pregunté que porqué no venía a casa y me respondió que unos niños le habían amenazado con propinarle una paliza si decía algo".