El fiscal rebaja la pena para un policía al que acusa de exhibicionismo

El fiscal ha rebajado a nueve meses de cárcel su petición de pena para el auxiliar de la Policía Local de Garcíez (Jaén) acusado inicialmente de abusos sexuales sobre dos menores al considerar en sus conclusiones que sólo puede demostrarse un delito de exhibicionismo. En el juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de Jaén y que quedó visto para sentencia, el fiscal retiró los delitos de abusos sexuales contra el acusado (por los que pedía cinco años de cárcel) tras recordar que las menores negaron que se hubiesen producido los tocamientos que denunciaron en un principio.

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El fiscal ha rebajado a nueve meses de cárcel su petición de pena para el auxiliar de la Policía Local de Garcíez (Jaén) acusado inicialmente de abusos sexuales sobre dos menores al considerar en sus conclusiones que sólo puede demostrarse un delito de exhibicionismo. En el juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de Jaén y que quedó visto para sentencia, el fiscal retiró los delitos de abusos sexuales contra el acusado (por los que pedía cinco años de cárcel) tras recordar que las menores negaron que se hubiesen producido los tocamientos que denunciaron en un principio.

Sí consideró demostrado que el acusado, entonces de 60 años, se masturbó delante de las niñas, de nueve años, y que posteriormente las amenazó para que no lo contasen, por lo que solicitó nueve meses de prisión por exhibicionismo y una multa por una falta de amenazas. La acusación particular pidió un total de 13 años de cárcel para el acusado por dos delitos de agresión sexual y uno de amenazas, ya que, en su opinión, sí se produjeron tocamientos. La defensa abogó por la libre absolución de su cliente, que declaró su inocencia.

Según las acusaciones, en abril de 2001, el procesado introdujo en una cochera a dos niñas, de nueve años, a las que presuntamente sugirió que le hicieran favores sexuales porque "les iba a dar gustito". Asimismo, el acusado habría llegado a tocar las piernas, por encima de la ropa, de una de las niñas, a la que sentó en su regazo. Tras ser ayudada por la otra menor a escapar, las dos cayeron al suelo, momento en que supuestamente el agente tocó el culo a la otra niña, aunque el fiscal no considera probado este tocamiento.

Las acusaciones también sostienen que el procesado se masturbó delante de las menores. La psicóloga que atendió posteriormente a las niñas declaró durante la vista que el relato de las menores era "coherente" y, por tanto, "totalmente creíble".

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