Trinidad Jiménez denuncia el mal servicio del autobús que suple a dos líneas del metro

El Ayuntamiento reconoce que "hubo desajustes" en los primeros días del servicio

La portavoz del grupo municipal socialista, Trinidad Jiménez, comprobó ayer, en persona y en plena hora punta, la calidad del servicio de autobuses de la EMT como alternativa a los cortes de las líneas 2 y 3 de metro. La edil denunció el "mal funcionamiento" del servicio y lo consideró insuficiente para los 367.000 usuarios afectados, ya que, según ella, sólo tiene capacidad para transportar a 70.200 personas al día. El equipo de Gobierno, del PP, admite que el servicio sufrió "desajustes" en los primeros días, que ahora se intentan vencer con más autobuses por línea.

El objetivo de Tri...

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La portavoz del grupo municipal socialista, Trinidad Jiménez, comprobó ayer, en persona y en plena hora punta, la calidad del servicio de autobuses de la EMT como alternativa a los cortes de las líneas 2 y 3 de metro. La edil denunció el "mal funcionamiento" del servicio y lo consideró insuficiente para los 367.000 usuarios afectados, ya que, según ella, sólo tiene capacidad para transportar a 70.200 personas al día. El equipo de Gobierno, del PP, admite que el servicio sufrió "desajustes" en los primeros días, que ahora se intentan vencer con más autobuses por línea.

El objetivo de Trinidad Jiménez, que acudió acompañada por los concejales Óscar Iglesias y Manuel García-Hierro, responsable de Movilidad del grupo municipal socialista, es "ser la voz de la gente", sobre todo de aquellos 367.000 usuarios que, desde el pasado 26 de junio y hasta la segunda quincena de septiembre, no podrán utilizar las dos líneas afectadas por las obras de remodelación. "Hemos recibido muchas quejas de los ciudadanos sobre este servicio y hemos venido a comprobarlo in situ", declaró la portavoz socialista.

Jiménez llegó a las 8.30, en plena hora punta, para comprobar en persona el funcionamiento de las líneas EMT-2 y EMT- 3, el servicio de autobuses puesto en marcha hace una semana como alternativa a los cortes de las líneas 2 y 3 de metro. Los autobuses circulan en ambos sentidos entre la plaza de Legazpi hasta la calle de Alberto Aguilera (línea EMT-3), y entre esa misma calle y la plaza de Callao (EMT-2), dejando fuera de la ruta las estaciones de Sol, Lavapiés y Callao -en el primer caso- y Cuatro Caminos, Canal, Quevedo y Ópera (en el segundo). Salen de cabecera cada 10 minutos y la duración del viaje es de unos 30 aproximadamente en la EMT-3 y de unos 15 en la línea EMT-2.

Líneas saturadas

Durante la semana pasada, estas líneas se saturaron en las paradas de cabecera, especialmente durante las mañanas, lo que provocó múltiples quejas de los usuarios. José Ignacio Iturbe, gerente de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), declaró entonces que hay muchos usuarios "ciegos, sordos y mudos", según él, por desconocer los servicios alternativos al suburbano. Iturbe posteriormente pidió disculpas por tales calificativos.

Fuentes del equipo de gobierno, del PP, reconocen que el servicio se vio desbordado, pero afirman que se resolvió con la incorporación de más vehículos. Sin embargo, alegan que, en el primer día, "no se podía saber si los miles de usuarios del metro cogerían el bus o rutas alternativas".

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Jiménez afirmó que las quejas de los usuarios se centran en que todavía no hay suficientes autobuses para hacer frente a la demanda (el PSOE calcula que con un servicio de 12 autobuses diarios por línea se quedarían sin transportar 296.000 usuarios) y, sobre todo, critican que las rutas alternativas de la EMT no respeten las del metro.

Jiménez comenzó su comprobación en la glorieta de Embajadores, a mitad de la ruta de la línea EMT-3. "Hemos elegido este punto porque es a partir de aquí donde la línea no sigue la del metro", explicó. La edil tuvo que dejar pasar dos autobuses, que ya circulaban llenos desde la plaza de Legazpi, a pesar de que la EMT ha aumentado el servicio hasta 14 autobuses en esa línea, seis más que los ocho con los que estrenó las horas punta de la pasada semana.

Ya montada en un autobús, Jiménez trató de conversar con los usuarios, pero la saturación de pasajeros era tal, que le resultó imposible moverse de la parte delantera del vehículo hasta llegar a la plaza de España, destino de buena parte de los viajeros. Con menos gente en el autobús, muchos pasajeros se dieron cuenta de la presencia de Jiménez y comenzaron a expresar sus quejas, la mayoría sobre la lentitud del servicio para recorrer una ruta que en metro "se tarda 20 minutos en hacer", afirmó una mujer. Al llegar a la última parada, en la calle Alberto Aguilera, una joven se giró hacia Jiménez y resumió el problema de buena parte de los usuarios: "Son las 9.10, y a las 9.30 tengo un examen. Tengo que llegar hasta Moncloa y ya no llego", aseguró mientras se apeaba con prisa.

Gestión nefasta

Tras escuchar a los viajeros y experimentar el funcionamiento de la EMT-3, la de mayor afluencia, la edil denunció que "el PP ha hecho una gestión nefasta de las obras del metro haciéndolas coincidir en dos líneas a la vez y careciendo de previsión al sustituirlas por un número insuficiente de autobuses que absorben seis veces menos viajeros que el metro".

El concejal García-Hierro anunció que llevaría las quejas de los usuarios al consejo de administración de la EMT, y posteriormente, al pleno del Ayuntamiento. Aprovechó, además, para reclamar mayor presencia de su partido en el Consorcio Regional de Transportes, entre otras razones, para evitar la falta de información que sufrieron los usuarios ante los cortes del suburbano.

"Gallardón ni siquiera ofreció una rueda de prensa específica para anunciar los cierres", afirmó Jiménez. "Se limitó a dar un papel al final de otra rueda de prensa, sólo dos días antes de los cortes", denunció la edil. Ésta se preguntó: "¿Por qué no se emplean los fondos invertidos en publicidad en mejorar el servicio? No ha buscado alternativas". "Esto es pura propaganda sin gestión. A Gallardón sólo le interesa ir a los grandes actos y levita por encima de los problemas de los ciudadanos", concluyó.

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