"Si gobernásemos, España tendría un socio más fiable"
Este psiquiatra de 48 años fue elegido, en abril, por una aplastante mayoría, secretario general del Partido de la Justicia y del Desarrollo, los islamistas legales que constituyen la tercera fuerza parlamentaria y, probablemente, la primera real en Marruecos.
Pregunta. ¿Qué balance hace de los cinco primeros años de reinado de Mohamed VI?
Respuesta. El balance es globalmente positivo, sobre todo teniendo en cuenta que la lucha por el poder entre Hassan II y la oposición, durante 40 años, dejó una herencia difícil. Las iniciativas de Su Majestad a favor de los derec...
Este psiquiatra de 48 años fue elegido, en abril, por una aplastante mayoría, secretario general del Partido de la Justicia y del Desarrollo, los islamistas legales que constituyen la tercera fuerza parlamentaria y, probablemente, la primera real en Marruecos.
Pregunta. ¿Qué balance hace de los cinco primeros años de reinado de Mohamed VI?
Respuesta. El balance es globalmente positivo, sobre todo teniendo en cuenta que la lucha por el poder entre Hassan II y la oposición, durante 40 años, dejó una herencia difícil. Las iniciativas de Su Majestad a favor de los derechos humanos, la democracia, el desarrollo del país, son de sobra conocidas. Su tarea no ha sido fácil porque no fue bien preparado para asumir esa gran responsabilidad.
"En el fondo, somos como los democristianos en Alemania o Italia"
P. ¿No necesita, ante todo, Marruecos una reforma constitucional para que el poder ejecutivo esté en manos del Gobierno, responsable ante el Parlamento, y no del monarca?
R. La reforma constitucional se hará algún día y debería hacerse por consenso. Por ahora hay otras prioridades. La ley de partidos en ciernes, que debería dinamizar y democratizar las formaciones políticas. La preparación de las elecciones legislativas, honradas y transparentes, de 2007 para superar las imperfecciones de las de 2002. Y, por último, un respeto más escrupuloso de libertades públicas y de derechos humanos.
P. Las elecciones de 2002 fueron tan imperfectas que su partido sólo se presentó en la mitad de las circunscripciones y, en muchas de ellas, ganó. Otro tanto sucedió en las municipales de 2003. ¿Quién les incitó a ser tan cautos?
R. Decidimos autorregularnos. Lo hicimos antes de que se nos presionara. Marruecos es una democracia incipiente, frágil. Con nuestra actitud ayudamos a consolidarla. Una mayor participación hubiese, acaso, tenido consecuencias imprevisibles. Quién sabe si no nos hubiesen quitado en el recuento 40 diputados en lugar de los 20 que, se nos dice, nos han robado. En definitiva, nos sacrificamos por el fin común. Queremos evitar a toda costa que el horizonte se cierre. ¿Cree usted que España aceptaría de buen grado que el PJD gobernase ciudades fronterizas como Tánger o Tetuán? Además, nuestro éxito se debió, ante todo, al voto sanción contra los demás.
P. Con 20 diputados más serían la primera fuerza parlamentaria. ¿Qué supondría su entrada en el Gobierno?
R. No es para mañana. Un día nos sentaremos en el Gobierno. Formaríamos parte de un Gobierno serio e íntegro empeñado en luchar contra la corrupción y en defender la moralización de la vida pública.
P. Lo que significa, por ejemplo, la prohibición del consumo de alcohol y del preservativo o la imposición del hiyab (pañuelo islámico).
R. Sólo pedimos que se aplique la ley y ésta prohíbe que se venda alcohol a los musulmanes. No tiene por qué afectar a los turistas. No somos favorables a la imposición ni a la prohibición del hiyab. En cuanto al preservativo, yo sólo tengo tres hijos. ¿Cómo cree que se controlan nacimientos si no es recurriendo a anticonceptivos? Cómo médico los he prescrito.
P. Nada cambiaría para los socios europeos de Marruecos si el PJD llega al poder.
R. Sí, tendrían un socio más íntegro y responsable. Les resultará más fácil firmar contratos con el Estado marroquí o invertir en Marruecos porque con nosotros habrá más honradez, más transparencia, menos comisiones por debajo de la mesa. Es una lástima que ningún partido español haya aceptado la invitación para asistir a nuestro congreso en abril.
P. Moralización de la vida pública a corto plazo y, a largo plazo, Estado islámico.
R. No hay que construirlo porque ya existe. La Constitución señala que Marruecos es un Estado islámico. Nuestro papel consiste, más bien, en reiterar esa referencia islámica en el Estado, la sociedad y la clase política. En el fondo, algo parecido al de los democristianos en Alemania o Italia.
P. Los marroquíes, por lo menos una minoría, son sensibles a opciones radicales como pudimos ver con los atentados de Casablanca, el año pasado, y de Madrid, este año. ¿Exporta Marruecos terroristas?
R. En absoluto. Los presuntos autores de los atentados son marroquíes que han crecido fuera de su país, que residen desde hace años en el extranjero y se han formado allí. No se han hecho terroristas en Marruecos. En Europa existe una falta de referencias religiosas.
P. Más de 2.000 personas han sido procesadas, y muchas de ellas condenadas, incluso a muerte, desde hace 13 meses por terrorismo. ¿Hay tanto terrorista en Marruecos?
R. Ha habido una cierta precipitación a la hora de condenar y nosotros hemos retomado los argumentos de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. El exceso se entiende, al menos en principio. Se temía que fuera una ofensiva generalizada y había que evitarla a toda costa. Ahora es imperativo revisar algunos juicios.