Reportaje:

"Ir a la uróloga da pudor"

Autoridades portuguesas piden cuotas favorables a los hombres en las facultades de medicina

Algunos hombres portugueses están preocupados: el número de mujeres en las facultades de medicina es excesivo y hay que establecer cuotas mínimas para hombres. Podría tratarse de un debate menor, algo cómico, pero los protagonistas son demasiado importantes. El presidente del colegio de médicos, Germano de Sousa, el ministro de Sanidad, Luís Filipe Pereira, y el presidente del prestigioso centro de investigación biomédica Abel Salazar, António Sousa Pereira, llevan varios días expresando su preocupación.

"La medicina es una actividad que exige una dedicación de 24 horas", dificil de com...

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Algunos hombres portugueses están preocupados: el número de mujeres en las facultades de medicina es excesivo y hay que establecer cuotas mínimas para hombres. Podría tratarse de un debate menor, algo cómico, pero los protagonistas son demasiado importantes. El presidente del colegio de médicos, Germano de Sousa, el ministro de Sanidad, Luís Filipe Pereira, y el presidente del prestigioso centro de investigación biomédica Abel Salazar, António Sousa Pereira, llevan varios días expresando su preocupación.

"La medicina es una actividad que exige una dedicación de 24 horas", dificil de compatibilizar con las "obligaciones domésticas y familiares" propias de las mujeres, según Pereira.

"No se trata de machismo. Es la realidad", afirmó recientemente Sousa. "Cada vez tenemos más mujeres en áreas médicas que tradicionalmente no ocupaban. Esto crea asimetrías dentro del sistema que sólo pueden ser corregidas con la institución de cuotas". El investigador piensa que las mujeres "no tienen tanta apetencia natural" para algunas especialidades de la medicina y ello crea problemas: "Los hombres que tienen que ir a una uróloga sienten un cierto pudor".

Pero hay más: las mujeres quedan embarazadas y en una profesión exigente como ésta, "un paro de cuatro meses significa grandes retrocesos en la carrera; y está la propia estructura hospitalaria, tan competitiva que las gerencias pueden no querer contratar doctoras por las posibles faltas al trabajo".

Actualmente, un 45% de los médicos portugueses son mujeres, y de los 6.067 estudiantes de medicina, 2.269 (un 35,5%) son hombres.

Germano de Sousa, del colegio de médicos, ha asumido que le cuesta defender las cuotas masculinas "porque parecen siempre defender a un ser inferior", pero afirma que puede ser la única solución para el "problema" del "actual sistema de ingreso en la facultad", que no da posibilidades a los hombres porque "las mujeres tienen más juicio y estudian más", dice. También para el presidente colegial la "maternidad aleja a las mujeres del trabajo y disminuye la capacidad de entrega a la profesión".

"¿Habrán pensado António Sousa y sus compañeros en la influencia de la paternidad en la capacidad de entrega a la profesión? ¿Ser padre es un estatuto menor que ser madre?", escribe Helena Ferro de Gouveia, "periodista y madre", en Público.

A raíz de las declaraciones de los tres hombres preocupados con el déficit masculino de médicos, la prensa se llenó de textos de opinión -de hombres y mujeres- que, entre la ironía y la revuelta, siempre critican la defensa de las cuotas en los cursos de medicina.

Más lejos han ido algunas asociaciones de mujeres. Se repiten estos días las manifestaciones públicas de protesta y todas piden la dimisión del ministro de Sanidad, cuya "inhabilidad" fue considerada "digna de figurar en el Guiness de los récords" por el semanario Visão. El próximo jueves, el tema llegará incluso al Parlamento, por iniciativa de un grupo de diputadas socialistas. "Un ministro no puede decir estas cosas y, luego, no pasar nada", defiende Sónia Fertuzinhos, del PS.

Luis Filipe Pereira, ministro portugués de Sanidad.

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