Reportaje:GESTIÓN Y FORMACIÓN

Lecciones para crear un negocio

Los españoles creen que la formación de emprendedores deben hacerla universidades y centros de FP

El lamento de que en España hay pocos emprendedores es antiguo. Aunque el colectivo de los que quieren montar su propia empresa crece cada año, éstos se enfrentan a barreras importantes. Y no sólo la de buscar financiación. La falta de formación emprendedora es otro límite importante. No se trata tanto de saber crear una sociedad como de fomentar la iniciativa empresarial.

Los europeos no tienen muy claro dónde deben aprenderse los conceptos básicos para crear una empresa. Un informe reciente del Servicio de Estudios del Consejo Superior de Cámaras constata que los españoles se decanta...

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El lamento de que en España hay pocos emprendedores es antiguo. Aunque el colectivo de los que quieren montar su propia empresa crece cada año, éstos se enfrentan a barreras importantes. Y no sólo la de buscar financiación. La falta de formación emprendedora es otro límite importante. No se trata tanto de saber crear una sociedad como de fomentar la iniciativa empresarial.

"Estas experiencias son muy buenas porque a veces no conoces a todo el mundo y aquí te ves las caras", señala un directivo

Los europeos no tienen muy claro dónde deben aprenderse los conceptos básicos para crear una empresa. Un informe reciente del Servicio de Estudios del Consejo Superior de Cámaras constata que los españoles se decantan por los centros de formación profesional (36%) y las universidades, y otros centros de educación superior (34%) como los lugares más adecuados. La escuela secundaria -la primaria ni aparece- y los cursos para adultos aparecen muy distanciados con un 19% y un 21%, respectivamente. Los europeos apuestan por las cuatro vías en porcentajes superiores al 40%.

¿Responden estas opiniones a la realidad? Valeriano Muñoz, responsable de Formación de las Cámaras, reconoce que el grueso de la formación para emprendedores se centra principalmente en esos dos focos. Según la estadística del Ministerio de Educación y Ciencia, 46 centros de educación superior de toda España han ofrecido la licenciatura en Administración y Dirección de Empresas, y 45, la diplomatura en Ciencias Empresariales en el curso 2003-2004. A éstos habría que añadir los cursos que ofrecen las más de 300 escuelas de negocios y los programas de apoyo a emprendedores, como el que tienen las cámaras o el de EOI Escuela de Negocios.

En los últimos años, además, se han reforzado los contenidos relacionados con la gestión emprendedora en la formación profesional, por ejemplo, en el grado superior de Administración y Finanzas, y se han ensayado algunas experiencias en primaria y secundaria, apuntan distintas fuentes.

Hay distintas opciones para aprender los conceptos básicos para crear una empresa: qué trámites administrativos hay que cumplir, cómo saber la viabilidad del proyecto o dónde empezar a buscar el dinero necesario para financiarla. El problema, coinciden distintos expertos, es que no se incentiva lo suficiente el espíritu emprendedor. "No se trata tanto de que existan asignaturas concretas, como de fomentar estas inquietudes", concluye Muñoz, para quien se deberían inculcar desde la escuela los conceptos económicos básicos y fomentar la innovación.

El estudio de las cámaras, que se basa en 12.539 encuestas que la Comisión Europea ha hecho en la Unión Europea, Islandia, Noruega, Liechtenstein y Estados Unidos, constata una vez más la diferencia que en materia emprendedora hay entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE). El 60% de los estadounidenses prefiere trabajar por cuenta propia, al igual que el 57% de los españoles y el 47% de los europeos.

Formación y financiación

Para Ignacio de la Vega, profesor del Instituto de Empresa y coordinador de la parte española del estudio GEM, que mide la actividad emprendedora en más de 40 países, "la formación es una de las barreras más importantes a la hora de desarrollar el carácter emprendedor", junto a la financiación.

Coincide con él Juan José de Lucio, responsable del Servicio de Estudios de las Cámaras, quien asegura que "en España hay menos sensibilidad por la educación en temas empresariales que en Estados Unidos y en otros países de la UE". Este profesor universitario refuerza su afirmación con dos ejemplos: cuando pregunta a sus alumnos universitarios si quieren convertirse en empresarios, siempre son una minoría los que responde que sí. Y mientras en Estados Unidos, asegura, los niños están acostumbrados a recibir en sus escuelas la visita de empresarios para explicarles en qué consiste su trabajo, en España aún son raras este tipo de experiencias.

"Se enseña a gestionar, pero no a ser empresario", concluye De Lucio. Con algunas excepciones. Varias universidades han creado en los últimos años cátedras de cultura emprendedora, en las que participan estudiantes de distintas titulaciones, no necesariamente relacionadas con el mundo de la empresa. De la Vega cita como ejemplos la Universidad de Valencia, la Universidad Miguel Hernández de Elche o la de Extremadura.

Las escuelas de negocios son un mundo aparte. Los alumnos de los master de Administración y Dirección de Empresas (MBA) se acostumbran a elaborar un plan de negocio y a discutir sobre su viabilidad. En el Instituto de Empresa presentan alrededor de 350 proyectos de empresa cada año, un 11% de los cuales acaban haciéndose realidad.

A pesar de la situación general, algo está cambiando en los últimos años. Convertirse en empresario ya no está tan mal visto y cada vez son más los españoles que reconocen que quieren ganarse la vida con su propio negocio. Entre los alumnos del Instituto de Empresa, donde creación de empresas es una signatura central del MBA, el porcentaje de los que llegan a la escuela con la intención de emprender ha crecido de forma considerable desde finales de los años ochenta y ahora supone el 40%. De la Vega comenta que también es "habitual que, al finalizar el master, los alumnos retomen sus carreras y, al cabo de los años, cuando ven la oportunidad, deciden establecerse por su cuenta".

El estudio GEM cifraba en 1,7 millones los emprendedores españoles en 2003, unos 500.000 más que el año anterior. El perfil del colectivo también está cambiando. Hay más jóvenes y mujeres y, a pesar de las carencias, están mejor formados.

En España hay 1,7 millones de emprendedores.SUSANNA SÀEZ

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